América Latina. Deportes y Turismo
En las últimas décadas, el legado de eventos como los Juegos Olímpicos y la Copa Mundial de Futbol fue más allá del prestigio nacional y ganó importancia en la imagen publicitaria de países o regiones y el crecimiento del turismo. El deporte es pasión de multitudes y herramienta efectiva para consolidar la marca país, dos activos claves para la industria de la hospitalidad y los viajes.
Varias ciudades brasileñas acogerán la Copa Mundial de Fútbol en 2014, y dos años después Río de Janeiro será sede de los Juegos Olímpicos. El efecto ya se hace sentir en las multimillonarias inversiones y el turismo –de cinco millones de visitantes en 2010 se estima que aumente a nueve millones al finalizar 2011–, así como en la economía nacional, entre las de más activo crecimiento, según el International Business Report de Grant Thornton. Por ello se asegura que los dos mega eventos no pueden llegar en mejor fecha y hasta podría decirse que son resultado del momento que vive este país. El gigante suramericano es líder regional en Inversión Directa Extranjera (y segundo mayor emisor después de México), destacado destino de congresos y eventos (en el Top Ten mundial), con gran tráfico aéreo y poseedor de una reconocida industria aeronáutica, además de importantes avances en materia de comercio electrónico, investigación y desarrollo, o tener un circuito de más de 130 campos de golf y un mercado doméstico en expansión, también devenido importante emisor turístico. Aunque el fantasma de la «recesión post olímpica» viene a la mente de muchos cuando se habla de estos juegos –la enorme deuda de Montreal 76 terminó de pagarse en 2006, los bajones económicos tras Tokio´64, Seúl´88, o Atenas 04, cuyas costosas instalaciones fueron consideradas pozos financieros y hasta elefantes dormidos–, en sus últimas ediciones han tenido una saga mucho más ventajosa para sus diferentes anfitriones. Por ejemplo, Barcelona pasó de 1,7 millones de turistas en 1991 a 2,4 en 1993 y alcanzó los 7,2 millones en 2007; mientras Sidney implementó un programa de relaciones públicas entre la prensa extranjera que le aseguró a inicios de los 2000 una cobertura mediática mundial valorada en 2 300 millones de dólares y posteriormente un puesto líder en el turismo de reuniones; mientras la cita de Beijing ’08, acabó de consolidar a China como uno de los más importantes destinos turísticos del mundo. Efecto similar producen las copas mundiales de fútbol, como mostró Sudáfrica, que recibió más de 1,4 millones de turistas en aproximadamente un mes y sobre todo, ganó una valiosa promoción de largo plazo para sus destinos turísticos. De modo que a pesar de sus altos costos, Juegos Olímpicos, copas mundiales de fútbol y otros eventos deportivos de gran convocatoria, se consideran una oportunidad única de relaciones públicas para naciones y ciudades, de consolidación de la marca país y de proyección internacional, además de que impulsan el conocimiento del destino y generan mayores inversiones hoteleras, de transporte e infraestructura que elevan la calidad del producto turístico, así como más negocios con touroperadores y agencias de viajes. El I de destinos mundiales para 2011 de los Travellers’ Choice Destination Awards, elaborado por TripAdvisor según la experiencia de millones de viajeros, está encabezado precisamente por la sudafricana Ciudad del Cabo; mientras Sidney ocupa el segundo puesto y, además de otras ciudades que fueron sedes olímpicas, aparecen Río de Janeiro en el quinto puesto y Londres en el octavo. Hay que destacar la fuerza de los miembros del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). En estos se concentran los Juegos Olímpicos de 2008 y 2016 y los mundiales de fútbol de 2010 y 2014; y según la OMT, «serán los principales impulsores del crecimiento turístico mundial a corto y mediano plazo».
En el año post-olímpico, China pasó a ser el cuarto destino turístico mundial y ascendió al tercer puesto en 2010, cuando se convirtió en la segunda economía global.
Brasil, de 2014 hacia el futuro Brasil está renovando 16 terminales aéreas con la mira en el Mundial y los Olímpicos, como parte de un plan que incluye 300 proyectos hoteleros y una novedad en la región: un tren bala en la ruta Río-Campinas-Sao Paulo, que debe estar listo en 2016. Un estudio de la Universidad de Oxford y el Consejo Mundial de Viajes pronostica que ya en 2012 el país recibirá más de 10 millones de turistas extranjeros, los que generarán ingresos ascendentes a 16 400 millones de euros. Embratur calcula que los Olímpicos atraerán a Río de Janeiro unos 380 000 turistas y que el evento generará 11 000 millones de dólares hasta 2016 y otros 13 500 millones entre 2017 y 2027. Entretanto, la Fundación Getulio Vargas y la consultora Ernst & Young, estiman que el Mundial de Fútbol traerá un aumento de 79 % en el turismo. Al final de la década, según el gobierno, el 10 % del PIB será generado por la industria turística. Una importante inversión para el futuro del país, su clima económico y el turismo es la campaña multifactorial contra el crimen, la cual incluye, entre otras acciones, un plan de operativos de pacificación en favelas, un programa para la devolución de armas de fuego en manos de la población mediante incentivos económicos y el proyecto Río Top Tour, que pretende involucrar a pobladores de esos barrios, en la atención a los turistas. Pero no se trata sólo de Brasil. El gobierno quiere que el Mundial y los Olímpicos tengan alcance regional y ya se estudian circuitos turísticos pre y post evento que se extiendan a naciones como Argentina, Perú y Chile. Precisamente estos tres países estarán en la ruta del Rally Dakar en su cuarta edición suramericana, en enero de 2012. El pasado año, la carrera llegó a 13 millones de televidentes europeos por día. «Solamente en televisión hablamos de unos 400 millones de euros», dijo el ministro de Turismo, Enrique Meyer. (Sigue en pág. 20) «Más allá de las ganancias directas en hotelería y gastronomía, el Rally garantiza una gran difusión del país en el mundo, permitiendo el crecimiento de segmentos como el de reuniones», destacó. Costa Rica, que apuesta por la pesca deportiva (80 mil turistas anuales) y deportes de aventura, celebra en octubre el Campeonato Mundial de Rafting; entre junio y julio Panamá recibió el Billabong ISA World Surfing Games, que permitió mostrar al mundo las playas paradisíacas e infraestructura con que cuenta el país para los amantes de esta actividad; y Colombia recibió unos 300 mil turistas durante julio y agosto en ocho ciudades atraídos por el Mundial Sub 20 de fútbol. Puerto Rico acogió en los últimos meses eventos que le reportaron unos 30 millones de dólares por arribos turísticos (entre ellos el campeonato mundial de surf Rip Curl Pro Search y el Puerto Rico Open de golf, con transmisión de TV a 24 países); Cuba convocó a una nueva edición del Torneo Internacional de Pesca de la Aguja Ernest Hemingway; y Argentina vivió un fuerte movimiento turístico internacional en julio, a raíz de la Copa América de fútbol. Otro fenómeno que une a deportes y turismo en la región es el auge acelerado del golf, los deportes náuticos y actividades que se basan o tienen como eje sus fabulosos escenarios naturales. Entre ellos se destacan el trekking, la pesca deportiva (sólo de EE.UU., salen cerca de 7,5 millones de personas al año para pescar en algún lugar del mundo), el canopy, el rafting, el kayaking, el surf y el buceo, fuertemente integrados a la industria vacacional en estos países, los cuales, cada vez más, se orientan a brindar viajes con componentes de actividad física o abrir ofertas que contribuyan a una recreación sana y de paso rompan la estacionalidad que sufren los destinos exclusivamente dedicados al turismo de sol y playa.