Surfear en Panamá
Olas perfectas a lo largo del año con especial atractivo para los surfistas, playas paradisíacas en las costas del Pacífico y el Caribe, cientos de islas adyacentes, magníficas infraestructuras y, como crédito adicional, la reciente celebración del Billabong ISA World Surfing, uno de los torneos internacionales más importantes de la modalidad, consolidan la reputación del país centroamericano entre aficionados y amantes de este deporte.
Aventura, pasión por el mar, prueba y adrenalina, habilidad y destreza, por ahí se encuentran las motivaciones que mueven de un lugar a otro del mundo a esta especie de navegantes aventureros que no necesitan mucho más para ser felices que una tabla y una costa con largas olas. Panamá se ha puesto de moda entre los surfistas del mundo, con algunos lugares muy bien cotizados, gracias a sus condiciones naturales, el rompiente de las mareas y los vientos. Playa Venao y El Arenal, situadas cerca de Pedasí, en la provincia de Los Santos, son algunos de estos paraísos. Aquí se conjugan olas e infraestructuras turísticas de primer nivel y la ventaja de ser un sitio de fácil acceso. También es famosa la conocida playa Santa Catalina, en Veraguas, donde igual sobresalen playa La Reina, Torio y Cambutal. Bocas del Toro, un archipiélago caribeño al noroeste de Panamá, es de los sitios preferidos por surfistas nacionales y extranjeros. La joya del destino es playa Bluff, y el mejor tiempo para surfear de diciembre a marzo. Los que han visitado el lugar lo recomiendan para deportistas expertos, por el poder de la marea y las fuertes corrientes. Panamá tiene 2 857 kilómetros de costa, mil islas en el Pacífico y medio millar en el Caribe. Su disposición en forma horizontal expuesta a los vientos predominantes del nordeste por la costa caribeña, resulta una ventaja natural para los amantes de este deporte; si bien, entre los que conocen mejor al país, hay mucha preferencia por las playas del litoral pacífico. Además de las antes citadas, suelen ser mencionadas entre las que tienen excelentes posibilidades, por ejemplo, la distante playa Las Lajas, en el Golfo de Chiriquí; todas las de la península de Azuero; e incluso las que se encuentran entre la Bahía de Panta y la de Panamá, donde se localizan las playas Blanca, Santa Clara, Río Mar, San Carlos, Coronado… y otras, ideales para aprendices y principiantes por sus rompientes y olas más bajas y suaves. Se trata de un destino con grandes posibilidades para el turismo náutico en sus más diversas variantes y entre las que el surfing ha ido ganando relevancia, con eventos internacionales y cada vez mayores legiones de surfistas sobre sus costas. Una organización nacional de este deporte y vínculos con la International Surfing Association (ISA), se unen entonces a una naturaleza privilegiada, céntrica ubicación e infraestructuras de primer nivel; y atraen a Panamá de año en año a más y más surfistas, una «raza» de seres para los que el sueño de la vida es el contacto con el mar y el mayor de todos los placeres «correr» la ola perfecta.
Panamá se ha puesto de moda entre los surfistas del mundo, con algunos lugares muy bien cotizados, gracias a sus condiciones naturales, el rompiente de las mareas y los vientos