Finca Duaba. Ruta e historia del cacao en Baracoa
A Baracoa se le reconoce como la tierra del cacao y del chocolate en Cuba. Su introducción y fomento por estas altas tierras, se asocia a los emigrantes franceses que abandonaron Haití, ante la marea libertaria de 1791, para establecerse en los parajes de las montañas orientales cubanas.
Se trata de un cultivo muy extendido en la zona, alrededor del cual se ha generado una cultura, una manera de vivir y hasta una industria. El chorote, que lo tomaron los mayas hace cuatro mil años, hoy en Baracoa se elabora de la irrepetible bola de cacao. Exquisita bebida y valiosa fuente alimentaría y dietética, no tiene el mismo sabor si se toma lejos de la magia que le impregnan los ríos, las montañas, el coco, la madera y la lluvia que caracterizan a este paraíso terrenal. A pesar de que fueron los galos los que expandieron el cultivo del cacao en la zona, quienes introdujeron en la sociedad colonial cubana el gusto por beber tazas de chocolate preparado con leche, fueron los propios españoles fascinados con el cacao desde tiempos de Moctezuma y Hernán Cortes, uno de sus primeros promotores en Europa. Jamal, Mosquitero, Güirito y Sabanilla, son las zonas con mayor presencia de este cultivo en Baracoa, hoy productora de un cacao fino, ecológico y muy aromático, cuya calidad goza de los mejores avales entre los grandes industriales chocolateros del mundo. Para su procesamiento existe una fábrica donde se elaboran variedades de confituras, bancos de semillas, centros de investigaciones y otras instituciones. Para los visitantes que deseen adentrarse en los secretos de este cultivo, funciona en Mabujabo, la Finca Campesina Rancho Duaba tiene un Sendero del Cacao, que ofrece un recuento real del cultivo, cosecha y beneficio de este fruto y que funciona como una especie de museo agrícola que muestra la plantación en todas sus etapas, así como tipos y variedades de cacao, además del procesamiento a la usanza artesanal, incluyendo el secado, la bola de cacao y el chorote o chocolate criollo en la casa del cacaotero o chocolatero. Como atractivo adicional abre aquí un excelente restaurante con menú campesino a base de cerdo asado, viandas y frutas del lugar.
Del cacao trinitario de Baracoa, de fuerte aroma y muy ecológico, se produce un licor y manteca muy valorados en todo el mundo. A partir de esa excelente materia prima, una fábrica en la localidad desarrolla líneas de chocolatería fina con variedad de renglones para el mercado, mientras esta región se integra cada vez con mayor solidez y protagonismo en el proyecto regional La Ruta del Cacao, coordinado por la Oficina de la UNESCO para América Latina y el Caribe –que aportan 14 % de la producción mundial de este renglón– y entre las que sobresalen especialmente unas pocas zonas específicas que producen un fruto orgánico legítimo, base para un chocolate ecológicamente puro, como el de esta parte de Cuba.