- León de Oro para el mexicano Alfonso Cuarón
Su nueva película movió positivamente a crítica y público en la edición 75 de la muestra cinematográfica veneciana.
El director de cine Alfonso Cuarón volvió a ganar el premio más deseado de la Muestra del Arte Cinematográfico de Venecia, el León de Oro, con Roma.
Su arte había sido premiado en el 2013 con el León de Oro, y luego con los Oscar, por la película Gravity, donde dos astronautas, interpretados por los actores norteamericanos George Clooney y Sandra Bullock, viven increíbles aventuras en el espacio.
Su nuevo filme, en blanco y negro, fue un buen giro que movió positivamente a crítica y público, en esta edición 75 de
la muestra cinematográfica veneciana, la más antigua del mundo. Contrario a su obra precedente, esta nueva propuesta fílmica es un tributo a su tierra, a su historia personal y a los procesos sociales mexicanos. Ambientada en los setenta en Roma, un barrio de Ciudad de México, narra las vicisitudes de una familia acomodada y su niñera, mientras, alrededor, conflictos sociales revolucionan el mundo.
Este largometraje no es solo una razón para el director de revelar los eventos que revolvieron su infancia, sino también para hablar de manera universal de la mujer, de temáticas actuales como la traición, el engaño y la condición de inferioridad en la que ella vive en la sociedad machista, con muchas referencias al hoy día.
El abandono del padre de familia y el desaparecer del novio de la niñera Cleo, luego de la noticia de su embarazo, ocurren en paralelo y, paso a paso, demuestran la extrema soledad de la mujer. Niñera y madre encuentran por fin su razón de ser en la tarea de mantener la casa, no obstante la escasez de dinero que la madre sola puede ganar, y de ayudar a crecer a los niños, entre los que está el pequeño Alfonso, un modelo masculino a seguir.
La niñera es la verdadera protagonista y musa inspiradora en la memoria de Cuarón. El pasado 8 de septiembre a ella, en el mismo día de su cumpleaños, el director dedicó el reconocimiento del jurado veneciano. «Una coincidencia más que me une a esta mujer maravillosa que fue tan importante en mi infancia», explicó al recibir conmovido el premio en el escenario de la sala grande del Palazzo del Cinema.
Tampoco es una casualidad que este filme fue presentado en el festival italiano. Desde el título hasta sus características formales, Roma es un puro y sencillo homenaje al neorrealismo italiano. La dirección impecable, el uso de plataformas rodantes, la claridad de la fotografía y la sequedad del relato visual en blanco y negro son claras citas de iconos del cine italiano, desde Fellini hasta Pasolini. La voluntad de contar con sencillez y maestría instantes de la vida real, con actores no profesionales e historias personales testimonian cómo Cuarón puso en su nueva obra mucho más que su técnica de director.
Elegir una parte simbólica de su infancia, en el contexto muy específico de las revueltas sociales mexicanas de los setenta, no representa entonces solo un intento autobiográfico. Al contar algo muy particular y personal, quiso también enseñar la universalidad de los sentimientos humanos en una forma que es una declaración de intenciones artísticas bien fuerte. Con Roma, el director mexicano Alfonso Cuarón establece su presencia en los más altos niveles del panorama cinematográfico mundial contemporáneo.