- SWAB BARCELONA. La feria que esta ciudad merece
Arte por Excelencias ha llegado a Swab Barcelona. Su condición de media partners le ha permitido no solo recorrer esta feria dedicada al arte contemporáneo con toda libertad, sino que ya se siente familia de sus organizadores, quienes llevan adelante este proyecto por genuino amor al arte.
Carolina Diez-Cascón accede a compartir unos minutos con nosotros. He aquí sus declaraciones en exclusiva.
¿Hace tiempo que estás trabajando como directora artística en Swab?
Empecé hace tres años, y más intensamente desde el año pasado. Esta feria es familiar, la he vivido desde sus inicios. Empezó mi hermana Marina con mi padre, y siempre he colaborado con ellos, pero de llevar la dirección con mi padre, tres años.
Tu visión del mundo del arte aporta mucha juventud, mucha fuerza, mucha gente joven a los proyectos de la galería.
Sí, claro, lo que he intentado es darle un giro a la feria. Llevaba un tiempo viviendo fuera y viendo ferias. El concepto que tenía mi padre hace mucho tiempo era ese, cuando comenzó era una feria internacional. Hemos intentado viajar influenciándonos de todo cuanto pasa en el mundo, crear eso en Barcelona. Quiero seguir el legado de mi padre: potenciar en Barcelona un intercambio en el arte contemporáneo de muchas culturas.
Es una barbaridad que no lo tenga.
A nosotros nos gustaría que hubiera espacios mucho más jóvenes, como un Palais de Tokyo, que hay en París, o espacios
independientes. Que los jóvenes tengan plataformas para poder darse a conocer o impulsar su arte, porque hay muchísimo talento aquí y queremos que haya una plataforma que sirva para que ellos puedan exponer su obra y a la vez conocer e intercambiar con gente de afuera. Eso es lo que queremos con Swab.
Te encargas tú este año de un evento dentro de la feria que se llama Onpaper. ¿Qué es?, ¿cómo lo has montado?
Onpaper es un programa que se creó hace algunos años en la feria y yo he comisariado. Este es mi segundo año, y estoy enfocada en resaltar la conceptualidad del papel. El papel ahora mismo es muy importante por varios factores. La crisis económica ha llevado al arte a una serie de caminos, y el papel ha significado una obra con mucho protagonismo por su facilidad de transporte, se ha potenciado mucho este medio. El mundo caminaba en una dirección muy digital, y pensábamos qué va a pasar con la técnica del papel, del dibujo, que es lo más tradicional. Hay que recuperar la simbología del papel, y esta edición justo habla de eso. Agrupa a artistas muy jóvenes que trabajan desde el mundo digital en la búsqueda de la inspiración, pero su manera de expresarlo es mediante el papel. Se está viendo una vuelta a lo analógico, al uso del papel como concepto.
A lo tradicional.
A lo tradicional, pero sobre todo no tanto pensar solo en el dibujo, sino en todas las diversidades que te da el papel. Por ejemplo, hay una artista que revisa la meteorología en una aplicación de internet y, cuando ve que hay varios cambios meteorológicos, deja el papel en el patio de su casa para plasmar todo, con lo cual el papel es protagonista o queda como reflejo de algo que ha pasado, habla por sí solo.
Tu opinión sobre el hecho de que las galerías puedan facilitar el acceso de la gente joven a la venta…
Eso es muy importante, porque yo misma tengo una colección muy modesta, pero justamente gracias a facilidades que me han dado las galerías. La crisis ha creado cosas buenas y cosas malas, y ha degenerado el mundo del arte dando entrada a toda esta gente joven -o gente que no estaba en el mundo del arte porque creía que era un mundo elitista o que no era para todos- y ha cambiado esto por fin, que la gente vea que el arte ha de ser cotidiano. Por eso justo también tenemos un espacio para que los niños vivan con el arte. Las galerías por fin se han dado cuenta de que hay que creer en el nuevo coleccionista, en el joven que empieza y que le gusta el arte. Dan facilidades: puedes pagar a tres plazos, máximo seis plazos, dependiendo del precio de la obra, pero todos te ofrecen esa posibilidad.
Esas facilidades son muy importantes para la gente joven.
Sí. Justo ayer, el primer día, intentamos hacer actividades para grupos de jóvenes y por primera vez abrimos el montaje a un grupo de quince del círculo ecuestre, que venían por primera vez, y uno de ellos ya estaba interesado en una obra. No habían tenido nunca la posibilidad o no sabían los
mecanismos y el precio, pues hay cosas de cien euros en adelante. Mi padre, que estaba ayer dando el tour, se emocionó. Dijo: «¡Qué ilusión que haya estos nuevos jóvenes, esta gente
interesada!». Y ese es el futuro, ¿no? Y es lo que hay que potenciar.
¿Estas satisfecha con el trabajo que realizas en Swab?
Sí, es un proyecto que emociona también por el nivel tan familiar. Exige mucho sacrificio, y es volcado al arte, al amor al arte. Lo que ha conseguido mi padre es impresionante: lograr que la ciudad de Barcelona tenga esta feria, intentar poquito a poquito que la ciudad se involucre en el arte y cada vez sea algo más de todos. Que gente de todo el mundo ponga en el punto de mira a Barcelona es algo de lo que hay que estar muy orgullosos.
Este año tenéis colaboración de bastante gente: está elBullifoundation y dos o tres sitios más.
Mi padre es una persona muy joven de espíritu. Nosotras somos tres hermanas. Mi hermana empezó, yo también, la otra es médico, pero siempre la hemos influenciado en todo. El arte lo es todo, y esas facetas han de estar involucradas, porque es así. Queríamos, como la gastronomía en este país es considerada arte, tener una sección, una colaboración, y llegó a nosotros
elBullifoundation. Nos hizo muchísima ilusión, y a ellos también, porque queremos potenciar lo que tenemos aquí. Hay mucho talento en el arte, en la cocina, en muchísimas cosas.
¿El futuro es bueno para Swab?
Siempre nos planteamos qué pasará en el futuro. Nada es seguro, pero el arte, desde luego, sigue y seguirá. Es un trabajo de todos confiar en él, potenciarlo y ayudarlo, porque al final es una construcción de todos. Que Barcelona se anime con el arte.