CUANDO EN LA NOCHE MATANCERA, EL CUERO DE LOS TAMBORES SE CALIENTA Y ARDE LA MADERA PERCUTIDA EN LOS CAJONES, ESTÁ POR COMENZAR UNA RUMBA DE PRIMERA; FIESTA A LA QUE NO PUEDEN FALTAR LOS MUÑEQUITOS DE MATANZAS.

LOS MUÑEQUITOS DE MATANZAS SE ENTREGAN AL FRENESÍ DE LA RUMBA, CON LA QUE ARRASTRAN AL PÚBLICO

Florencio Calle, Esteban Bacallao, Ángel Pellado, Ernesto Torriente, Juan Mesa y Goyito Díaz; herederos de sus ancestros en el temple de tambores y claves, y las voces insurrectas de Esteban Lantrí (Saldiguera) y Hortensio Alfonso (Virulilla), conformaron la nómina fundacional en 1952. Exponente de un abanico de manifestaciones folclóricas afrocubanas, Los Muñequitos de Matanzas (hoy bajo la guía de Diosdado Ramos), casi siempre comienzan con un saludo a los orishas (dioses) del panteón yoruba, al que siguen con toques de origen arará (etnia africana), y después de la rumba, para rematar, se entregan al frenesí de la conga y a la comparsa con la que arrastran al público Hasta 1998, en que el sello norteamericano Qbadisc puso a circular Live in New York, su discografía fue significativa, pero su posicionamiento internacional sobrevino al ingresar en el catálogo de Bis Music, y encontrar en la musicóloga Cary Diez a una productora discográfica de vista larga. El punto de partida fue el álbum La rumba soy yo, que obtuvo para Bis Musiccuatro nominaciones en el Premio Cubadisco 2001 y un Premio Grammy Latino. En ese fonograma, Los Muñequitos constituyen un núcleo alrededor del cual fueron convocados otros rumberos -Los Papines, Yoruba Andabo, Clave y Guaguancó, Tata Guines- y destacados músicos cubanos del entorno de la salsa y el jazz. Un año después presentaron Rumba de corazón, ganador de Cubadisco 2003 en Música Folclórica y nominado al Grammy Latino; combinación que repitieron en 2007 con Tambor de fuego. Rumba que seguirá con Bis Music en el 2008, con la nueva producción, titulada provisionalmente Palo pa' rumba. También han participado en el disco Canto a los ancestros, del pianista clásico Frank Fernández, y trabajado junto a orquestas de jazz como la del flautista Orlando Valle, Maraca. Porque «Donde quiera que se necesite una rumba auténtica», allí estarán Los Muñequitos de Matanzas.