"Rafael Ansón OliartPresidente de la Real Academia de Gastronomía, Presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía y Presidente de Honor de la Academia Internacional de Gastronomía."

«Turespaña ha tenido un gran éxito desde hace un par de años con este diseño que ha reforzado nuestra marca país en todo el mundo.»

En mi opinión mediante acciones específicas de marketing, cuyo objetivo último ha sido, y es, posicionar a España como destino líder en turismo, así como llegar a todos los rincones del mundo, incluyendo algunos países como China, India, Oriente Medio o Estados Unidos, esta marca nos ha ayudado a establecernos mejor allí donde el reconocimiento era más débil. Porque no podemos olvidar que el turismo –además del fenómeno de masas más importante del siglo XXI– es la primera industria nacional, con alrededor de 12 % del PIB. La campaña se ha dirigido hacia más de cuarenta países, con un público objetivo de 400 millones de ciudadanos. Embajadores de la marca La nueva estrategia ha contado, entre otras novedades, con el apoyo de grandes profesionales del mundo de la gastronomía, del fútbol y del motociclismo español. Todos se han convertido en embajadores de la marca turística de España; han sido caras muy conocidas para el gran público nacional e internacional –como Ferrán Adrià, los pilotos españoles de Moto GP, la selección española de baloncesto o algunos futbolistas– quienes se han encargado de dar a conocer diferentes destinos turísti­cos españoles con sus comentarios y su­ge­­rencias. España es uno de los principales destinos turísticos del mundo; uno de los preferidos por los viajeros procedentes de cualquier rincón del planeta y con muy diferentes motivaciones: cultura, deporte, historia, gastronomía. Alrededor de todas, España se ha convertido en un extraordinario horizonte de riqueza.

Creo que Turespaña, bajo la presidencia de Joan Mesquida, ha sabido, por medio de esta marca, invitar de una manera fehaciente a que todo el mundo visite el país, sabiendo que los grandes valores de España pueden saciar las expectativas del más exigente de los viajeros. Universalidad del turismo Este elemento resulta una cuestión de primer orden para la economía española. Al fin y al cabo, del turismo forman parte, por igual, las distintas categorías sociales, procedencias, sexos y edades. Precisamente dicha universalidad es la que le proporciona un enorme peso y justifica este tipo de iniciativas. Dentro de la universalidad del hecho turístico, es fundamental distinguir entre el turista propiamente dicho –aquel que viaja por ocio o por placer–, y el viajero de negocios –aquel que se traslada por algún tipo de motivación o de obligación. Prevalecen hoy día los viajeros acelerados; mucho más, incluso, que los turistas, y para quienes una ciudad o un país se convierten en el objetivo de un negocio o en la vía que abrirá otro más adelante. El prestigio de la gastronomía española La gastronomía en España es un valor de marca que, además de haber acumulado un gran prestigio, ofrece un amplio abanico de posibilidades. En general, el turista elige, mientras que al viajero le fijan la ruta. Porque son los ejecutivos los que suelen decidir la sede de los congresos, al buscar la proximidad de sus aficiones, ya se trate del golf, la playa, la nieve o la cultura. En cambio, quienes realmente asisten a los congresos se limitan a seguir el programa previamente delimitado. Unos y otros deben recibir la mejor impresión de un país; yo creo que la marca y el proyecto I need Spain están contribuyendo a aportar esta buena imagen de nuestra tierra.

La campaña I need Spain se ha dirigido hacia más de cuarenta países, con un público objetivo de 400 millones de ciudadanos y ha conseguido reforzar la marca turística de España en los mercados emisores