El Caribe, con un millón de visitas en cruceros en 1970, se consolidó al pasar los años como centro mundial de esta modalidad y alcanzó los 20,5 millones en 2010, según la Caribbean Tourism Organization (CTO). Para hacer frente a la competencia europea y la estacionalidad de las navieras, la región desarrolla acciones promocionales y obras de infraestructura.

A pesar de la crisis económica, en los últimos años ha sido constante la expansión de la industria de cruceros, la de más rápido crecimiento en el turismo internacional. El Caribe sigue siendo la estrella mundial, con 40 % del total de pasajeros, y aunque la estacionalidad es un serio reto, los números de 2011 confirman el dinamismo del sector. Unos 7,5 millones de pasajeros visitaron sus puertos el pasado año (1,4 millones más que en 2010 y parte notable del total mundial de 18,8 millones). La región amplía su capacidad y busca pasar del esquema de cruceros por temporadas al de travesías todo el año. Algunas navieras están alargando su estancia otoñal en Europa y acortando su temporada invernal en el Caribe, donde el pico del tráfico se ha concentrado en unos pocos meses, lo que eleva la competencia y la congestión. Esto hace necesaria la apertura instalaciones para acomodar más y mayores barcos al mismo tiempo, así como la diversificación de ofertas en tierra. El reto es mayor en las pequeñas islas. Antigua y Barbuda vio disminuir las escalas veraniegas, de unas 15 en los ’90 a menos de cinco en 2011. Aruba registraba hasta octubre de 2011, justo iniciando la etapa alta, 244 escalas, 423 534 pasajeros (+ 6,3 %) y 179 700 tripulantes, muy por encima de 2010. Pero las cifras serían mejores si lograra llevar el tráfico de meses como junio (8 997 cruceristas), julio (5 142) y septiembre (4 652) a los niveles de enero (97 176), febrero (90 384) o marzo (110 363).

Infraestructura e incentivos Muchos expertos y empresarios ven a Europa como la región de mayor potencial para los cruceros y a China como el siguiente escenario de moda a mediano plazo. Sin embargo, el Caribe no ha agotado sus potencialidades –las islas y los puertos continentales de la cuenca caribeña tienen capacidad de sobra para superar la oferta de sol y playa– y en ellos se está invirtiendo en infraestructura. En República Dominicana se inició el dragado y remodelación por 15 millones de dólares en las terminales de Don Diego y Sans Souci, en Santo Domingo, para recibir buques de cualquier calado. Carnival construye un nuevo puerto en Maimón, cerca de Puerto Plata, que costará unos 65 millones y tendrá capacidad para 600 000 pasajeros al año. En México se retoma el proyecto para ampliar las instalaciones en Cozumel, el primer destino de cruceros del mundo. La idea es construir un cuarto y mayor puerto con una inversión de unos 40 millones de dólares, y crear un homeport alterno que reciba por tiempo prolongado a cruceros que salen de Galveston, Texas, Fort Lauderdale y Miami. En Islas Caimán (1,6 millones de pasajeros en 2010), la ausencia de instalaciones adecuadas para grandes barcos obliga a depender de una flota de tenders y causa pérdidas de tráfico. Ya se proyecta que la firma china Harbour Engineering Company construya un puerto en George Town. St. Kitts explora la construcción de un segundo muelle para buques turísticos en Port Zante y nuevas atracciones en tierra. Martinica prevé ampliar la terminal Tourelles y construir una nueva en la histórica ciudad de Saint-Pierre. Jamaica cuenta hoy con un alto funcionario encargado del impulso al sector y las relaciones con las navieras. El nuevo puerto temático de Falmouth (hasta ahora una inversión de 270 millones) fue premiado como Puerto del Año en los Seatrade Insider Cruise Awards 2011. Puede recibir a los enormes Oasis y Allure of the Seas, y superó a Ocho Ríos como primera terminal del país. Puerto Rico aprobó el Acta de Incentivos a la Industria de Cruceros, que otorga a las navieras descuentos en impuestos por pasajero y, además, reembolsos por escalas frecuentes. Antigua y Barbuda, que presentó en el reciente Seatrade Europe la nueva atracción local (el Wadadli Animal Nature Park) y más opciones de compras duty-free en el muelle Heritage Quay, requiere un solo pago de impuesto por pasajero en estancias de más de un día, mientras que destinos como Turks & Caicos invitan a los cruceristas a casarse el día de su llegada. Por la importancia del mercado norteamericano, es clave para el Caribe la vitalidad de los puertos del sur de Estados Unidos.

Estadísticas 2011 Cruise Market Profile Study 94 % de los encuestados calificó el crucerismo como una «satisfactoria» ex­pe­riencia en vacaciones, mientras que 45 % lo consideró «extremadamen­te sa­tis­fac­torio». 77 % de quienes han tenido vacaciones en cruceros quieren hacerlo nuevamente en los próximos tres años, y 50 % de los que nunca lo han hecho desean tomar el primer crucero en los próximos tres años. Entre las razones para hacer cruceros sobresalieron: posibilidad de visitar varios destinos (56 %), servicios (44 %), buena comida (51 %), posibilidad de aislarse de todo (44 %). A la hora de escoger, las prioridades fueron: destino (35 %), experiencia total (19 %), el barco (12 %), costo (23 %) y, en 11 % de los casos, las facilidades disponibles (spa, gimnasio, instalaciones para niños). En los últimos meses de 2011, Nueva Orleáns alcanzó las cifras previas al huracán Katrina y se espera llegue al millón de viajeros en 2012; Port Everglades marcó un récord histórico de 3,6 millones de pasajeros en el año fiscal (hasta septiembre), y Tampa (940 000 por año) logró en noviembre una marca histórica con más de 12 000 cruceristas en un día. Miami, Everglades y Port Cañaveral son los primeros puertos del mundo, junto a Cozumel. Otro empuje para la región pueden ser el crecimiento del tráfico y la capacidad en Centroamérica –con beneficios para la diversidad de itinerarios–, y un Canal de Panamá modernizado y ampliado en 2014.

Estados Unidos y el Caribe El 2011 Cruise Market Profile Study, de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (Cruise Lines International Association, CLIA), indica que en Estados Unidos, sobre una población estimada de 304 millones de personas, 73 millones ya hicieron un crucero. Dentro de esa población, 36,1 millones –en un mercado objetivo de 133 millones por encima de 25 años de edad y 40 000 dólares de ingreso anual–, afirmaron que muy probablemente se irían de vacaciones en barco en los próximos tres años. Aun con el aumento de la competencia europea, los datos son positivos para los países caribeños, pues el estudio revela que los destinos preferidos son, en este orden: el Caribe, Alaska, Bahamas, Hawái, Bermuda, Mediterráneo-Islas griegas, Eu­ro­pa, Canal de Panamá, Canadá-Nueva In­gla­te­rra y México.