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La Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba, en el corazón de la ciudad, se encuentra en un proceso de restauración capital como parte de las acciones que se realizan por los 500 años de la fundación.

Desde hace casi dos años 25 artistas, artesanos y creadores del Fondo Cubano de Bienes Culturales, asesorados por Israel Tamayo, llevan a cabo la restauración de la Catedral santiaguera.

En medio del ruido de los instrumentos de trabajo, el calor sofocante y el polvo, Excelencias conversa con Tamayo: “Realmente esto no ha sido una simple restauración, ha ido más allá; puedo decirte que el 80 % de los trabajos artísticos que hemos realizado han sido totalmente nuevos.”

RESCATANDO UN SUEÑO
“En el exterior del edificio hemos sustituido una gran parte de  los modillones, restauramos los capiteles y las dos torres pequeñas, también las esculturas de mármol de Carrara que se encuentran enfrente y el conocido Ángel Guardián.

El trabajo en la nave central ha sido muy complejo y a la vez interesante. Un elemento de gran belleza lo constituía el techo compuesto por elementos decorativos en yeso, nosotros lo desmontamos totalmente y lo volvimos a montar, pero esta vez con la técnica del papier marché. Ha quedado con la misma calidad que si se hubiese realizado en yeso, es más, ha quedado mejor porque cada una de esas piezas tenían un peso aproximado de 45 o 50 libras y con esta técnica no llegan a las dos libras, lo que ha traído mayor ligereza a la cubierta”, nos comenta Tamayo.

El trabajo más arduo ha sido la parte interior, decorada en los años veinte por Desangles, artista dominicano radicado en Santiago. Él tuvo a su cargo todo el techo, así como el decorado de las columnas. Estos dibujos estaban bastante dañados, pero afortunadamente lograron rescatarse a través de fotografías y con la técnica del calacado. Ahora se están reproduciendo con diferencias en los colores originales.

EN BUSCA DEL CIELO
A 20 m de altura se encuentra la cúpula mayor, desde el exterior se aprecia su revestimiento en láminas de cobre, único en toda la ciudad.

 “Esta ha sido una de las partes más complicadas.El trabajo va más allá de una simple restauración, porque hemos tenido que reconstruirla completamente, desde el forro interior de madera, aplicar el yeso, hacer cada uno de los 8 ángeles, más todos los cintillos. También se trabaja en alrededor de 300 pequeñas flores y casi 200 hojas en la decoración”.