Quiso la fortuna que las actuales tierras de Granma tuvieran antecedentes excelsos en la cultura: desde el intelectual y abogado Joaquín Infante –redactor de la primera Constitución independentista (1812)– hasta la poetisa María Luisa Milanés, pasando por el pianista Perucho Figueredo o el inmortal Carlos Manuel de Céspedes, quien fuera actor, director teatral, compositor y bardo reconocido.

Seguramente el viento maravilloso de esos precursores alienta hoy el movimiento artístico de estas tierras, heterogéneo y místico, complejo y diferente.

Por eso en la provincia hay tantos creadores musicales, diseminados en orquestas, coros, cultivadores de armonías clásicas, tríos, poetas, artistas de la plástica…

«Nos hemos convertido en una potencia musical, con 16 orquestas de primera calidad, muchas conocidas en Cuba y en el extranjero», comenta Lorianne Rodríguez Batista, quien a sus 33 años funge como directora  provincial de Cultura en Granma.

Sería imposible soslayar que aquí, en la Ciudad del Golfo, nació la Original de Manzanillo, una de las agrupaciones emblemáticas de Cuba, con más de 50 giras internacionales en su aval. Desde diciembre de 1963 –fecha de su creación– ha sabido vencer las olas del «fatalismo geográfico»,  para convertirse en símbolo de la charanga verdadera, del buen decir en las letras y de los hechos cotidianos.

«Hemos sido muy rigurosos con la selección de nuestro repertorio y mantenemos el criterio de que trabajamos para todas las edades. Estamos casados con el pueblo, nos mantenemos con una fidelidad total y seguiremos en ese matrimonio durante largo tiempo», le comentó meses atrás a la prensa Wilfredo «Pachi» Naranjo, quien ha dedicado 53 de sus 70 años a la dirección musical.

Además de la Original –ganadora de varios premios internacionales, como el Congo de Oro, conquistado en el festival de Barranquilla en 1997–, los granmenses pueden vivir orgullosos de contar con Cándido Fabré y su Banda. Este improvisador –para muchos el mejor de Cuba– , nacido en el santiaguero municipio de San Luis, en septiembre de 1959, decidió echar su suerte en Manzanillo y eso ha robustecido la música popular en esta región.

También ocupan un lugar alto en el gusto popular las agrupaciones: Yakaré, Pupo y su expreso, Feverson, El Gallo y su orquesta, Manolito y su tirijala, Café Exclusivo, Argeo Pablo y su grupo, entre otras.

¿Granma solo es puntal en la música bailable? Por supuesto que no. Desde 1962, por ejemplo, la provincia cuenta con el Coro Profesional de Bayamo, uno de los mejores de la nación.

Añadamos que de tierras granmenses salieron los conocidos trovadores Pablo Milanés y Raúl Torres y que aquí ya funciona un proyecto de orquesta sinfónica, muy elogiado en octubre de este año por el pianista, compositor y maestro Frank Fernández.

«Granma es de las pocas provincias con un grupo de música antigua, Exulten, que es anfitrión de un evento de excelencia. Además, contamos con un Mariachi en cada municipio y con bandas de concierto de elevadísimo nivel, encabezadas por la de Bayamo», añade Lorianne Rodríguez.

LATIR EN CERA Y EN POESÍA

Una de las exclusividades de este territorio es el Museo de Cera, único de su tipo en Cuba y que está ubicado en la Ciudad Monumento.

La institución, creada en 2004, exhibe una escultura de José Martí, otra de Carlos Manuel de Céspedes; además de las imágenes de Polo Montañez, Carlos Puebla, Benny Moré, Compay Segundo, El Guayabero, Sindo Garay, Rita Montaner, Bola de Nieve, Celina González, Juan Formell, Elio Revé y Luis Carbonell, todas realizadas por la familia Barrios Madrigal, del municipio de Guisa.

Asimismo, los artistas llevaron al museo estatuas del joven italiano Fabio Di Celmo, víctima del terrorismo contra Cuba; de los escritores Ernest Hemingway (Estados Unidos), Gabriel García Márquez (Colombia), Carilda Oliver, Nicolás Guillén y el Indio Naborí, del boxeador Teófilo Stevenson y de dos personajes costumbristas de la ciudad: Rita la Caimana y Diocelis Antonio Jerez (Paco Pila). 

Granma sobresale, además, por su fuerza en el teatro, tanto callejero como de sala. Los grupos Andante, Guerrilla de Teatreros, Alas D’ Cuba, Ategua y el Colectivo Teatral Granma son muy aplaudidos por el público en cada presentación.

La Guerrilla…, que ostenta el premio Somos Patrimonio (2003), es bien conocida en comunidades intrincadas por sus constantes periplos en la montaña o el llano, en escenarios que van desde secaderos de café, portales de bodegas, escuelas y salas de televisión, hasta guardarrayas, árboles y descampados bajo el sol o la luna.

No menos pujante es la literatura. Escritores como Luis Carlos Suárez, Lucía Muñoz, Juventina Soler, Delis Gamboa y Alexander Besú son referentes para el territorio y la nación. Yunier  Riquenes, otro creador encumbrado, radicado en Santiago, hizo germinar las primeras obras en su natal Jiguaní.

La plástica y la danza, manifestaciones menos avanzadas antaño,  han ido creciendo, sobre todo desde la inauguración, a principios de este siglo, de la Escuela Profesional de Arte Manuel Muñoz.

Tal como expresa Lorianne, en la Fiesta de la Cubanía, evento en el que cada octubre concurren todas las manifestaciones, «nos percatamos del auge cultural de Granma». Sabemos nuestras imperfecciones, pero hoy los brazos de la cultura llegan a más personas y lugares. Eso es un gran motivo de felicidad».