- EE.UU.-Cuba La aventura que nadie se quiere perder.
AUTOS VIEJOS, UN PAÍS PRÁCTICAMENTE DESCONOCIDO Y LLENO DE HISTORIA, ES LO QUE MUCHOS ESTADOUNIDENSES BUSCAN EN CUBA, UNA ISLA A LA QUE TIENEN PROHIBIDO VISITAR COMO TURISTAS. AHORA UN CRECIENTE NÚMERO DE ELLOS QUIEREN VENIR A CONOCER LO QUE HASTA HACE MUY POCO FUE “LA FRUTA PROHIBIDA”
La Terminal No. 2 del Aeropuerto Internacional José Martí ha cambiado. Antes, la inmensa mayoría de los visitantes eran cubanos que viven en Estados Unidos: una población de casi dos millones. Sin embargo, en los últimos meses se llena de estadounidenses. En el primer semestre del año, un 35 % más de visitantes provenientes del vecino del norte han conocido Cuba.
“Vienen curiosos de la cultura y la idiosincrasia, y la mayoría regresa con muy buena opinión de Cuba, llamando a sus amigos, diciéndoles que no se pierdan ese país antes de que la comercialización ‘infecte” Cuba, porque vivimos en una sociedad muy homogeneizada”, opina Michal Sykes, el dueño de Cuba Cultural Travel, una compañía que trae estadounidenses a Cuba hace algún tiempo, y que por estos meses ha tenido mucho trabajo.
“Durante muchos años ha sido la fruta prohibida”, valora este californiano que conoció a su esposa y madre de sus dos hijos precisamente viajando a Cuba a través de México. Sin embargo, la gran ola que todos esperan no ha llegado. El incremento de 35 % realmente no representa un gran cambio. Veremos cuando viajen los ferrys y se incrementen los vuelos directos de otras ciudades y otras modificaciones que ayudan a traer más gente”, opina Collin Laverty, un joven estadounidense que se enamoró de Cuba en una primera visita, y hace algunos años lleva un negocio similar al de Sykes, llamado Cuba Educational Travel, y ha traído a importantes delegaciones de su país.
Ambos entrevistados coinciden en afirmar que los estadounidenses prefieren lugares históricos como La Habana, Cienfuegos, Trinidad o Santiago de Cuba, pero en ninguna de las zonas históricas están las condiciones para el creciente número de visitantes. Por eso, tanto Sykes como Laverty ven sus negocios crecer, pero con el límite frente a sus ojos, pues la infraestructura sigue siendo limitada. “Ya los cinco o seis hoteles cinco estrellas que hay en La Habana están llenos desde octubre y hasta mayo de la próxima temporada. Eso es sin un gran incremento de visitantes. La capacidad es un gran desafío. Además, los americanos tienden a tener expectativas más altas, lo cual complejiza el problema”, explica a Excelencias, Laverty, quien vive en Cuba buena parte del tiempo.
Sykes agrega que la telefonía es un tanto limitada y que los estadounidenses no pueden reservar los hoteles por Internet. De todas formas, la legislación vigente impone que los estadounidenses deben venir en grupo y a través de agencias como estas, por lo que recae sobre ellos la responsabilidad de encontrar cupo y diseñar programas para los visitantes.
A solo 90 millas de la costa sur de Estados Unidos, Cuba es un país que está siendo descubierto ahora por la mayoría de los estadounidenses, una curiosidad que debe ser aprovechada por la industria del turismo que tiene muchos desafíos para que este puente tendido se convierta en una oportunidad para la economía cubana.