- "sí, acepto"
PANAMÁ
Ella dijo que sí, por supuesto, no sin antes sonrojarse, derramar alguna que otra lágrima y abrazarlo mientras temblaba de alegría al más puro estilo hollywoodense. Él se había arrodillado, cumpliendo con todas las convenciones no escritas al respecto, recitando un casi poema de declaración entre un tartamudeo medio romántico y un rezo interno que imploraba la aceptación. Al fin comprometidos. Al fin boda y luna de miel. ¿Pero dónde? Solo quedaba escoger el lugar ideal, un paraíso propio de tales momentos, en donde la magia y la pasión del entorno hicieran de la ocasión un instante inolvidable. Un destino para vivir emociones únicas a cada momento.
Entre el romance y la magia
Rodeada por el mar Caribe y el Océano Pacífico, Panamá tiene algunas de las mejores playas del continente americano. Con un clima caluroso pero seductor durante todo el año en las costas y tierras bajas, es el primer país de la región en biodiversidad de aves y mamíferos.
Está muy de moda en la actualidad que los novios escojan paraísos tropicales para sus bodas. Sitios en donde la naturaleza sea la principal protagonista, envueltos en misticismo, aire fresco y bellezas naturales.
La diversidad de sus paisajes y la escasa población lo convierten en el destino perfecto para una luna de miel. Pequeños y románticos hoteles se pueden encontrar a lo largo sus costas. El Casco Viejo, barrio colonial de la Ciudad de Panamá, ofrece el entorno perfecto para noches idílicas en la capital del país. Casas bellamente restauradas y pequeños y exquisitos restaurantes están a solo pasos.
Por el lado Pacífico varios islotes son adecuados para la luna de miel. Las legendarias islas Perlas, con su abundancia de vida silvestre en sus densos bosques y la increíble cantidad cerca de la orilla, son una opción harto tentadora.
En Bocas del Toro se pueden encontrar espesos bosques húmedos y selvas con una impresionante variedad de flora y fauna. Este paraíso terrenal exhibe arrecifes de coral en aguas transparentes, comunidades indígenas y una Reserva de la Biosfera.
El archipiélago de San Blas es un conjunto de 365 islas e islotes de las cuales solo 80 están habitadas. Además de sus espectaculares playas, es posible disfrutar la cultura y forma de vida de los indios Kuna, alquilando una cabaña para compartir su estilo de vida, una oferta en la que los propios habitantes preparan la comida y hacen partícipes a los novios de cada uno de sus rituales.
Entonces, si está pensando en el lugar indicado para su boda y luna de miel, no dude en escoger a Panamá como destino definitivo. Un sitio en donde la magia y la frescura del ambiente enamoran, atrapan, incitando a decir siempre: “sí, acepto”.