Plaza San Francisco de Asís / San Francisco de Asis square.
Parque José Martí, Cienfuegos / Jose Marti park.
Castillo de San Pedro de la Roca, Santiago de Cuba / San Pedro de la Roca castle.

LLAMATIVOS POR SUS ENCANTOS NATURALES, ARQUITECTÓNICOS Y CULTURALES, DIVERSOS PUNTOS DE LA GEOGRAFÍA CUBANA SIRVEN COMO ESCALA A LOS CRUCEROS. MÁS ALLÁ DE PLAYA, NATURALEZA Y DE LA SEGURIDAD QUE OFRECE LA ISLA, LA GENTE DE CUBA-ABIERTA, CULTA, ESPONTÁNEA, ALEGRE, SERVICIAL Y HOSPITALARIA- ESTÁ ENTRE LOS PRINCIPALES ATRACTIVOS QUE ENCONTRARÁ EL CRUCERISTA

De un extremo a otro del país el visitante hallará sitios de interés histórico-cultural, buena comida, excelente descarga musical; lugares por los que puede pasar fugazmente, pero que no serán tan fáciles de olvidar.

Al llegar al puerto de La Habana
Cuando los cruceristas arriban a La Habana,  máximo exponente del llamado barroco cubano, estilo que se desarrolló en Cuba principalmente en el siglo XVIII, pueden desandar varios sitios según sus intereses. El recorrido se puede hacer en un par de horas a pie o en un carruaje tirado por caballos.
Cerca de la Avenida del Puerto, adentrándose en sus calles de piedra, se encuentra la Plaza de Armas, con una gran librería a cielo abierto, el Palacio de los Capitanes Generales y donde pululan galerías de afamados pintores; más adelante está la Plaza de la Catedral, escenario de la Catedral de La Habana, y a un costado un lugar de obligada parada: la popular Bodeguita del Medio. Otra de las plazas cercanas es la Plaza San Francisco de Asís, con el Convento del mismo nombre y su espectacular sala de conciertos. En la Plaza Vieja el caminante puede degustar una cerveza artesanal con el acompañamiento de la más contagiosa música cubana. Justo detrás del Capitolio, la Real Fábrica de Tabacos Partagás espera a quienes quieren conocer cómo se hace el mejor tabaco del mundo. De vuelta a la Avenida del Puerto está el Museo del Ron y los Almacenes de San José, con una variopinta muestra de la artesanía de la Isla.


La linda ciudad del mar
En el centro de la Isla, una de las paradas de mayor número de cruceros por sus singulares atractivos es la bahía de Cienfuegos, otrora refugio de corsarios y piratas.  A 250 km de La Habana, en la también llamada Perla del Sur, los cruceristas pueden encontrar playas y un jardín botánico que es Monumento Nacional; el Castillo de Jagua, fortaleza construida en 1745 para defender la ciudad de los asaltos de piratas; entre otros muchos sitios que identifican una de las ciudades más jóvenes de Cuba.
Los cruceros fondean frente a la playa Rancho Luna o topan las instalaciones portuarias aledañas al centro histórico de la ciudad, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por el buen estado de conservación de sus  trazados arquitectónicos de inspiración francesa. Muestra de ello son el Parque Martí donde se encuentra, desde 1902, el único Arco de Triunfo de Cuba; la Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, erigida en 1819 y el Teatro Tomás Terry, uno de los más importantes del país construido en el siglo XIX.  El boulevar cienfueguero desemboca en el Paseo del Prado más extenso de Cuba. Imprescindible en la visita, es caminar por el Malecón que bordea la costa hasta Punta Gorda.

Trinidad, la villa encantada
Solo a 80 km de Cienfuegos, por el circuito sur, el visitante puede llegar en auto a la ciudad patrimonial de Trinidad, fundada por la corona española en Cuba a principios de 1514. Aquí el recorrido será particularmente interesante por la rica historia y la diversidad de museos, tanto dedicados a las artes decorativas como a la arqueología. Están situados todos en majestuosas casas de acaudaladas familias coloniales como la Sánchez Iznaga, donde está el Museo de Arquitectura Colonial, o la Casa de la Trova de Trinidad, un punto de reunión para la buena música en un inmueble construido en 1777. Y para cerrar el día, nada mejor que darse un chapuzón en la playa Ancón, a unos pocos kilómetros del centro histórico, donde existen zonas de buceo muy llamativas para contemplar el coral, o restos de barcos que harán sentir al visitante como un cazador de tesoros.

Holguín, la Ciudad de los Parques
Un verdadero placer es llegar al oriental puerto de Antilla, en Holguín, provincia considerada el tercer polo turístico en importancia del país, después de La Habana y Varadero. Además de otros muchos atractivos, ese territorio es conocido como la capital arqueológica de Cuba. En esa zona se puede apreciar el mayor sitial de enterramientos de indo-americanos en las Antillas, además de otros interesantes restos de asentamientos aborígenes.
También es sitio obligado para los visitantes La Loma de la Cruz, a 261 m sobre el nivel del mar, la cual debe su nombre a la existencia de una cruz de madera en su cima. Desde aquí el papa Francisco bendijo al pueblo holguinero en su visita el pasado septiembre.

Santiago de Cuba, ciudad héroe  
En la parada de Santiago de Cuba, una de las primeras siete villas de la Isla, fundada en 1515 por Diego Velásquez, es inevitable recorrer el centro de la ciudad, visitar el Cementerio de Santa Ifigenia y el Castillo del Morro. Santiago es también cuna de varias expresiones musicales como el son, el bolero, la trova tradicional y la expresión coral, por eso es el lugar elegido para celebrar La Fiesta del Caribe, el Festival de la Trova y otros muchos eventos internacionales; sin demeritar el carnaval santiaguero, uno de los más renombrados del país.  El Santuario de la Caridad del Cobre resulta el lugar de peregrinación religiosa más importante de Cuba y donde se encuentra la imagen de la Virgen de la Caridad, patrona de los cubanos.

Una Isla cerca de otra Isla
La escala en Punta Francés, en la Isla de la Juventud, a 118 km de la ciudad de Nueva Gerona, tiene otros encantos. Su nombre se debe al pirata galo Francois Leclerc, donde el mejor disfrute es el paisaje, las playas de aguas cristalinas y visibles fondos marinos. La playa Punta Francés es considerada uno de los balnearios más hermosos y paradisíacos de Cuba y, por qué no, del Caribe. Sus aguas azul turquesa son un espectáculo natural único que no debe perderse.

Hacia el occidente del país
Si la escala es en Pinar del Río, específicamente en María la Gorda, donde las aguas son más cálidas, menos saladas, más cristalinas y la arena finísima, el turista querrá, sin dudas, prolongar su estancia. Hasta el momento, se estima que 90 cruceros harán una parada en esta parte de la Isla, entre diciembre y junio del 2016. En general se espera que unos 14 000 turistas desciendan a tierra mediante lanchas o barcos más pequeños.
El Hotel María la Gorda y su Centro Internacional de Buceo están ubicados en la península de Guanahacabibes, en Pinar del Río. Esta península es Reserva de la Biosfera desde 1987 y combina playas vírgenes con farallones de más de 20 m de altura. Cuenta con 50 sitios de buceo en aguas cristalinas, transparentes y tibias. Los expertos consideran que el lecho marino de María la Gorda está entre los 10 más privilegiados de América Latina.