- SABORES que se palpan y respiran.
LA COCINA DEL CHEF BISMAR RONDÓN ARIAS, ANCLADA EN EL TIEMPO Y A LA VEZ POSTMODERNISTA, REALZA LO MEJOR DE LA COMIDA CUBANA E INTERNACIONAL
Bismar Rondón Arias lo tiene claro: “la mejor escuela gastronómica es la vida misma”. Lo afirma con la convicción y la sapiencia de quien dejó una vez su camino en la carrera militar para corregir el rumbo hacia la gastronomía. Y fue así que llegó —16 años atrás— al antiguo Havana Biltmore Yacht and Country Club, hoy Club Habana, un elegante complejo convenientemente ubicado en la Quinta Avenida, que constituye, por demás, una de las alternativas más completas de esparcimiento en la capital.
Habría que preguntarse cuál es el secreto de este chef sencillo y carismático, que ha sabido mantener por casi dos décadas una línea ascendente en el restaurante El Chelo, del Club Habana. Sus armonías, estudiadas en profundidad y contrastadas siempre con el paladar, se traducen en un recetario de carnes en variedad de cortes y preparaciones, mariscos y pescados.
¿Qué crees que te tipifique dentro del escenario culinario cubano?
El Chelo se caracteriza por una cocina nacional fusionada con sabores y modos de hacer foráneos, gracias a una asesora que tenemos desde hace 14 años, la chef belga Anne Marie Helena Lauwers, que es nuestra maestra.
Procuramos que nuestro menú sea lo más original posible, exclusivo, tomando de afuera, pero complementándolo con cosas típicas cubanas.
Para nosotros es difícil combinar determinados ingredientes en un plato, y sobre esa base trabajamos, sobre lo que la gente piensa que no puede ser normal. Por ejemplo, uno de los grandes fuertes nuestros son los mariscos, y a veces para el comensal es contraproducente escuchar que la langosta se pueda mezclar con cordero. Pero nosotros hacemos que sea posible.
¿Creatividad o talento? ¿Qué es más determinante para ti?
Las dos cosas van parejas. La escuela es fundamental, pero si no tienes el arte, esa luz… no te sale.
El Chelo, ¿restaurante familiar o inclinado hacia el mundo de los eventos?
Ambos. Tenemos el privilegio de confeccionar desde hace mucho tiempo platos para el primer nivel de este país, incluidas las cenas del Festival del Habano, que suelen atraer a más de mil personas y que tienen especiales exigencias por las características y hábitos de ese público. Pero el restaurante está abierto permanentemente para todos, aún sin ser asociados del Club.
Además de buena comida, ¿algo más puede encontrarse en este sitio?
Calor humano, un servicio personalizado, además de un ambiente excepcional para escapar del bullicio citadino. El restaurante y su entorno, a pocos metros del mar, es un remanso de armonías.
No caben dudas. Hay lugares donde los sabores no solo se disfrutan en la comida, también se palpan y se respiran