"Considerado el Caracol Nacional, la Polymita picta, única del norte de la región oriental de Cuba, exhibe la más variada gama, patrones de color y combinaciones cromáticas que cualquier otro animal en el mundo, y que los expertos han calculado en más de un millar."
"Grandes y atractivos sistemas cavernarios se localizan en toda Cuba, lo que la hace un verdadero paraíso para los amantes de la espeleología. En la imagen, las famosas Cuevas de Bellamar, abiertas al público desde 1861."
"La fauna cubana cuenta con 1 500 especies de mariposas agrupadas en más de 60 familias, entre las que son espectaculares las de hábitos diurnos, por su belleza y colorido."

a cuando avanza el siglo XXI, Cuba no ha dejado de ser un paraíso verde en medio del azul intenso que funde al Atlántico con el Caribe. Más de cuatro mil cayos e islotes, en la mayoría vírgenes todavía, emergen en sus alrededores, dándole al archipiélago una imagen de tierra aún por descubrir; mientras en la escenografía insular, las costas, de 5 747 kilómetros de extensión en una vuelta a la redonda, siguen siendo un verdadero privilegio de encantos y diversidad, con más de 300 playas hermosas, acantilados, bosques de mangles y diente de perro, que conforman una dramaturgia de impresiones y sucesos irrepetibles, y confieren al litoral cubano una particular diversidad paisajística. La variada policromía vegetal de sus paisajes también constituye una cualidad notable de la naturaleza pródiga de Cuba; junto a su alta biodiversidad y la riqueza de su flora, compuesta por más de 6 370 tipos de plantas superiores. El grado de endemismo supera la mitad del total de especies reportadas, de modo que esto significa que el 4 % de la vegetación planetaria, está representada en el archipiélago cubano, el cual acoge 6 de las 11 reservas Mundiales de la Biosfera declaradas por la UNESCO en el Caribe insular. El relieve cambiante con extensos llanos, zonas onduladas y diversos grupos montañosos en el occidente, centro y oriente del país, constituye el más evidente resultado de la activa historia geológica del territorio, donde el paisaje cársico domina el 65 % de su área total, dando lugar a una enorme riqueza espeleológica. Las lluvias tropicales alimentan el manto freático de mayo a octubre y aunque generalmente cortos por la configuración alargada y estrecha del país, los ríos son abundantes, así como las aguadas, los saltos de agua y los manantiales, que en muchos casos emergen a la superficie cargados de azufre y minerales diversos, cual verdaderos bálsamos salutíferos. Al rico medio natural cubano se deben, por ejemplo, los famosos habanos, y asimismo, sus bien acreditados rones, hijos de las mieles finales del proceso industrial de la producción azucarera, una actividad que fomentaron los españoles y en la que se forjó sustancialmente la historia y la cultura de la nación. En los campos de Cuba se combinan economía y naturaleza pura, confiándose mutuamente espacio y tiempo. En ellos puede pulsarse la vida de sus pobladores, abiertos y hospitalarios; pero también seguir un sendero a través de la vegetación tropical, observar aves, realizar cabalgatas o regalarse el agradable momento de darse un chapuzón en las aguas de algún riachuelo cristalino. Una comunidad faunística que asciende a las 13 mil especies constituye otro de los grandes atributos de la naturaleza cubana. Abundan las aves que totalizan unas 400 especies, entre ellas 52 exclusivas de Cuba y algunas con hábitats muy estrictos en determinados puntos del archipiélago. Por demás, la fauna local no tiene ni grandes depredadores ni animales peligrosos al hombre; mientras posee rarezas como el zunzuncito, el pájaro más diminuto del planeta; o el almiquí, un mamífero considerado prehistórico y que se localiza en las montañas del norte de la región oriental del país. Parques Nacionales, Reservas Mundiales de Biosfera, Áreas Protegidas y otras categorías de manejo, resguardan de modo especial vastas extensiones consideradas de significación por su aporte a la biodiversidad del territorio nacional o del Caribe, lo que constituye una importante contribución al estado de salud y conservación de la naturaleza marina, costera e interior del archipiélago cubano. Valles, ríos y lagunas Los valles, son presencia constante y jalonan el cuadro de la geografía interior cubana. Ineludibles resultan el de Viñales, en Pinar del Río; el de Yumurí, en Matanzas; y el llamado de los Ingenios, en Sancti Spíritus. Unos 900 ríos permanentes o intermitentes –aquellos que tienen caudal solamente en temporadas de lluvias–, irrigan la superficie terrestre de la Isla; pero los más importantes son el Cuyaguateje, en Pinar del Río; el Mayabeque, en La Habana; el Almendares, en Ciudad de La Habana; el Hatiguanico, en Mantanzas; el Sagua la Grande, en Villa Clara; el Aga­bama y el Zaza, en Sancti Spíritus; el Cauto, en San­tia­go de Cuba y Gran­ma; y el Toa en Guan­tánamo. Aguas minero–medicinales de probadas propiedades curativas se encuentran a lo largo y ancho del país; además de bellas lagunas como la del Tesoro, la de la Leche y La Redonda, junto a reservas acuíferas creadas por la mano del hombre en los últimos 45 años, donde el promedio de almacenamiento del líquido ronda los 7 000 millones de metros cúbicos. Criterios básicos para el desarrollo del ecoturismo Como en el resto de las naciones caribeñas, el desarrollo del llamado ecoturismo en Cuba está focalizado en áreas o zonas del país con especiales valores y donde ya existen, incluso, capacidades de alojamiento o buenas condiciones de acceso. La clasificación y explotación de esta modalidad, avanza en el país asociada, en primer lugar, a zonas montañosas del interior con abundante vegetación primaria o secundaria, temperaturas frescas, baja densidad de población y altos valores estéticos y de conservación de sus paisajes. Asimismo se consideran los atractivos que ofrecen áreas costeras con poco desarrollo y presencia de manglares, canalizos, acantilados y humedales, donde pueden desarrollarse actividades de observación de aves, pesca deportiva, senderismo y contemplación. Una vertiente interesante en esta propia especialidad ha sido el trabajo de implementación de opcionales o circuitos temáticos vinculados a la explotación agrícola, como son los casos, por ejemplo, de las Rutas del Tabaco o del Cacao, en Pinar del Río y Baracoa, respectivamente. Estas se combinan con el disfrute de tours en villas históricas de valor patrimonial con gran aceptación. Las zonas de arrecifes coralinos e incluso, los cayos adyacentes, se integran de modo también protagónico a las opciones del turismo de naturaleza en Cuba que todos los expertos coinciden en destacar que puede tener un gran futuro.

Turismo de naturaleza Carta blanca en el paraíso En momentos en que la Organización Mundial de Turismo pronostica una caída entre el 4 y el 6 % en el flujo global de visitantes para 2009, Cuba ha conseguido resistir el impacto en el sector de la crisis económica internacional y remontar el primer semestre con un crecimiento del 2,7 % en la recepción de turistas. Insertada en una de las regiones donde el turismo ha encarado mejor la recesión mundial, la mayor de las Antillas cuenta, como el resto de Latinoamérica, con una singular magia: la combinación de sus atractivos culturales y naturales, lo que ha permitido a la industria cubana sin chimeneas desarrollar ofertas alternativas como el turismo de eventos, el de salud y el de naturaleza, que hoy atrae tres veces más vacacionistas que en los años 90 y ocupa el tercer lugar entre los motivos de viaje a Cuba –detrás de las modalidades de sol y playa y del turismo cultural. El senderismo y la observación de la naturaleza tienden a ganar presencia en la demanda de una gran parte de los turistas, aun cuando viajan por otros motivos. Aunque los registrados como ecoturistas natos se estiman sólo en algunas decenas de miles cada año, más de 300 mil turistas convencionales participan en alguna actividad u opcional vinculada con atractivos naturales de la geografía interior del archipiélago, auténtica carta de triunfo para una industria destinada a soportar a buena parte de la economía cubana. Ariel Terrero

Reservas de Biosfera en Cuba Sierra del Rosario / 1984 Cuchillas de Toa / 1987 Península de Guanahacabibes / 1987 Baconao / 1987 Ciénaga de Zapata / 2000 Buenavista / 2000

«Habitan en el archipiélago cubano más de 20 000 especies de plantas y animales terrestres; de ellas 9 000 endémicas, o sea, que sólo viven en este pequeño espacio del planeta» Moluscos Terrestres de Cuba, José Espinosa y Jesús Ortea