Matanzas. La Atenas de Cuba
Fue fundada en 1693 y como siempre pasa en cualquier lugar con alguna historia, el mejor libro de su pasado son las paredes y bloques tallados en canto, que sostienen su arquitectura ecléctica. El Castillo de San Severino, a la entrada de la urbe por la carretera llamada Vía Blanca, es considerada la construcción en pie más añeja de Matanzas –terminada en 1734–, donde hoy funciona el recién inaugurado Museo de la Ruta del Esclavo. Desandar el paisaje decorado de elevaciones y corrientes de agua que dividen a la también llamada Ciudad de los Puentes, en los barrios de Versalles, Matanzas o Pueblo Nuevo, resulta un agradable paseo. Hay en Matanzas 21 puentes que unen en varios puntos las márgenes de los cuatro ríos que la atraviesan, de los cuales tres datan del siglo XIX, siete fueron instalados entre 1904 y 1951; y 11, de 1959 a la fecha. De la Plaza de la Vigía al Parque de la Libertad. El Palacio de Junco, la Casona de la Vigía, la Estación de Bomberos, que aún conserva sus antiguos coches tirados por caballos y el centenario Teatro Sauto, obra ingeniera del italiano Daniel Dall'Aglio, conforman en la Plaza de la Vigía, uno de los principales espacios públicos de la ciudad. Desde aquí, tomando como ruta la Calle del Medio (Calle de la Independencia), conocida popularmente así por su desarrollo a través de toda la urbe y los principales centros comerciales, nos encontramos con el Palacio de la Artesanía, hermoso inmueble restaurado que ofrece una variada programación cultural en varias galerías, una sala de conferencias y talleres de creación. A unas pocas calles se encuentra el Parque de la Libertad, decorado en su centro con una estatua de José Martí, Héroe Nacional de Cuba, y en torno a la plaza, la Botica Francesa E. Triolet, reconocida como uno de los museos farmacéuticos mejor conservados del mundo; así como la Sala White, donde se bailó por primera vez el danzón, baile nacional. Las Cuevas de Bellamar son otro interesante destino en esta ciudad, consideradas el más antiguo atractivo turístico en Cuba. Fueron abiertas al público desde 1861, como un maravilloso viaje subterráneo a través de hermosas galerías decoradas con finísimas formaciones de cristales de carsita. Y saliendo rumbo este, hacia Varadero, hay dos interesantes puntos: el río Canímar, en parte navegable y que constituye una de las más agradables excursiones en la provincia con mucho de naturaleza y algo de cultura a través del antiguo Cafetal La Dionisia; y, asimismo, la llamada Laguna de Maya, un refugio de flora y fauna, a minutos de la ciudad. Un punto y final prometedor por el ambiente y el paisaje que regala, es la Ermita de Monserrate, ubicada en las Alturas de Simpson, el lugar que ofrece las mejores vistas de esta ciudad de poetas y cultura, conocida como la Atenas de Cuba, y de donde se puede observar a plenitud, además, la bahía hermosa y, por el fondo, el fabuloso Valle de Yumurí, decorado por el río que le da nombre, el verde intenso de la vegetación y la esbelta presencia de las palmeras. Península de Zapata, naturaleza viva La Península de Zapata alberga el mayor y mejor conservado humedal del Caribe insular, área protegida con variedad de ecosistemas, que constituye uno de los más singulares enclaves de la geografía de la mayor de Las Antillas. Es después de Varadero y la ciudad de Matanzas, un gran atractivo turístico del territorio, precisamente elegido como sede de TURNAT. Se encuentra a unos 156 kilómetros al sureste de La Habana y se extiende al este y al oeste de la Bahía de Cochinos, área esta última, declarada Reserva Mundial de la Biosfera e integrada a la Convención Ramsar. Entre sus atractivos de mayor significación están la Laguna del Tesoro, Playa Larga, Playa Girón y el río Hatiguanico, principal arteria fluvial de la zona. Como parte de su desarrollo turístico y social, en la Península de Zapata se han establecido agradables hoteles, restaurantes y museos; pero sin dudas, el mayor protagonista es la propia naturaleza. El visitante puede participar del senderismo, contemplar aves y reptiles, incursionar en sitios arqueológicos y practicar la pesca deportiva. El alto endemismo, más de 900 especies de flora, 171 de aves, 31 de reptiles y 12 de mamíferos, son de especial valor. La diversidad del ecosistema incluye gramas de pantano, manglares y bosques; mientras son muy fáciles de ver tocororos, garzas reales, cotorras y zunzuncitos. En los canales y pozas de la Península de Zapata, fundamentalmente en áreas próximas a la desembocadura del río Hatiguanico, son frecuentes los manatíes; mientras en otras corrientes fluviales del territorio pueden encontrarse manjuaríes, peces fósiles de la era mesozoica cubiertos de escamas óseas, de muy curioso aspecto. Dos aves endémicas estrictas, como la Gallinuela de Santo Tomás y la Ferminia, resultan verdaderas joyas; también se encuentran en la zona, grandes poblaciones de flamencos. Internarse en Zapata, visitar el criadero de cocodrilos de La Boca, navegar por el canal que conduce de este punto hasta la Laguna del Tesoro, visitar la llamada Aldea Taína construida alrededor de este espejo de agua o refrescarse en los transparentes cenotes del sistema espeleo-lacustre de la península, es regalarse el trópico a manos llenas, con sus ambientes silvestres que constituyen un lujo para los amantes de la naturaleza.
Más allá de cualquier interés específico, desandar el paisaje decorado de elevaciones y corrientes de agua que dividen a esta ciudad en distintos barrios, resulta un agradable paseo
Península de Zapata constituye el principal referente del Caribe insular en materia de densidad y diversidad de especies de aves, lo que la hace un escenario de especial valor para los amantes de la naturaleza y la observación ornitológica