- El Valle de Antón todopoderoso
LE HACEN HONOR A LA IMAGINATIVA NATURALEZA LOS BARROS Y AGUAS MILAGROSOS, LAS MONTAÑAS, LOS RÍOS, CASCADAS… QUE HABITAN EL CRÁTER GIGANTE QUE FORMÓ PARTE DE UN VOLCÁN YA EXTINTO Y LLENO DE DONES A UN LLAMATIVO PUEBLO DE LA PROVINCIA DE COCLÉ, EN PANAMÁ
Impresionantes sitios arqueológicos, montañas, ríos, senderos, quebradas, cascadas… hacen del Valle de Antón, con sus llamativas y abundantes fauna y flora, un lugar muy especial, pero en honor a la verdad tal vez la mayor singularidad de este cráter gigante que formó parte de un volcán ya extinto, ubicado en el centro mismo del Istmo, es que en su subsuelo descansan los depósitos del antiguo lago de la caldera, llenos de agua caliente y propiedades curativas.
Con su temperatura promedio de 28 ⁰C, este pueblo perteneciente a la provincia de Coclé, la cual dista 120 km de la ciudad de Panamá, parece vivir en una primavera eterna. Situado a 600 m.s.n.m., el Valle es tan poderoso que siempre clasifica entre esas localidades de Centroamérica que no se deben dejar de visitar porque tiene para sorprender, además de sus pozos termales, un jardín zoológico, un Centro de Orquídeas, las cascadas Chorro El Macho y Chorro Las Mosas, puntos de observación de aves, serpentario, mariposario...
Conocido como The Butterfly Haven, llegarse a este último espacio es entrar en un mundo fascinante en el que sentirás que a tu alrededor revolotean todos los colores que existen en el universo. Entre plantas con flores y comederos con frutas, coexisten bellezas como la morpho azul, la malaquita, búho, la erato, hércules, alas de vidrio, sara, la monarca… Alrededor de diez especies diferentes entre nativas y migratorias, que pueden decidir hasta posarse sobre el visitante.
También para admirar son el Centro de Orquídeas y el Jardín Zoológico El Níspero. Mientras que en el primero se cultiva y conserva este tipo de curiosas plantas (147 variedades), muchas de las cuales se hallan en peligro de extinción; el segundo acoge el Centro de Conservación de Anfibios del Valle, donde se investiga, por ejemplo, la bacteria responsable de la erradicación de la rana dorada.
Como la más grande de la región, se impone la cascada Chorro El Macho con su espléndida caída. Considerada un refugio ecológico por su exuberante vegetación y hermosura, forma una piscina natural que, según la leyenda, está encantada.
El Valle de Antón sobresale asimismo por tener una localización perfecta para avistar aves tropicales, al ser el hogar permanente o temporal de alrededor de 500 especies (se asegura que en agosto de 2010 se observaron 339 tipos diferentes), incluyendo algunas de las más raras y vistosas del mundo.
BAÑOS MILAGROSOS
A ciencia cierta todavía no se conoce con exactitud qué nos quieren contar los petroglifos dibujados por los antepasados indígenas en la famosa Piedra Pintada. Para la mayoría de los habitantes en la inmensa roca ha quedado para siempre gran parte de la historia del Valle. De lo que sí hay conocimiento inequívoco es que en esa zona existen numerosos pozos termales, cuyas aguas, afirman todos los que se sumergen en ellas, resultan milagrosas.
Definitivamente, estas piscinas naturales, con temperaturas que oscilan entre 34 °C y 38 °C, son ideales para una terapia natural contra el cansancio, además de que con ellas no hay dolor que se resista. Y es que estas aguas les hacen mucho bien a personas que sufren de dolencias en articulaciones y huesos o padecen de afecciones musculares. Del mismo modo, alivian las molestias que se pueden sentir en la columna vertebral, rodillas, codos...
El barro de esta región también se considera una bendición. Sin dudas, posee no pocas propiedades por su alta pureza y elevado contenido de minerales beneficiosos para la piel, que después de su accionar queda más limpia y tersa. Los bañistas gustan de cubrir sus rostros y cuerpos con la refrescante arcilla recogida de las venas volcánicas, conscientes de que tiene cualidades antiinflamatorias y antisépticas.
Desde hace más de 15 años, el Valle abrió al público sus aguas termales, a partir de que sus propiedades beneficiosas fueran validadas por científicos europeos y cubanos. Entonces quedó demostrado que además de útiles para liberar el cuerpo de estrés, ellas por ser ricas en minerales resultan eficaces en el control de problemas de artritis, reumatismo, asma y la circulación.
Como quiera que se mire, el Valle que debe su nombre al explorador del río, el español Antón Martín de Antón, se torna irresistible. Basta con descubrirlo para querer volver constantemente. Por sus aguas templadas y barros terapéuticos, por sus paisajes montañosos que asombran, su clima estable y agradable, porque emociona su gran variedad de atractivos ecoturísticos. En Panamá, el Valle de Antón le rinde honores a la imaginativa naturaleza.