LA TUMBA FRANCESA. Herencia e identidad
Atendiendo al valor histórico, social y cultural, la Tumba Francesa fue la primera expresión cultural en Cuba en ser reconocida por la UNESCO como ObraMaestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, para lo cual la propia organización, de conjunto con las autoridades cubanas elaboró e implementó un Plan de Salvaguarda cuyos resultados han sido condensados en un soporte audiovisual, a su vez herramienta de trabajo informativa e instructiva.
La Tumba Francesa es una expresión músico-danzaria surgida en Cuba con la llegada de colonos franceses procedentes mayormente de Haití, y quienes especialmente tras la revolución en ese vecino país arribaron a finales del siglo XVIII, trayendo un legado que es protegido hoy por tres grupos fundamentales en igual número de provincias, la Caridad de Oriente, en Santiago de Cuba, Santa Catalina de Ricci, en Guantánamo y Bejuco, en Sagua de Tánamo, Holguín.
Entrelazados por las historias de vida, durante casi dos siglos de tradición, sus integrantes, mayormente provenientes de familias con ancestros en los esclavos de los antiguos cafetales franceses del sur del oriente cubano, han integrado danzas y expresiones musicales que rememoran el estilo y la elegancia de la corte francesa, junto al sonido de tambores dahomeyanos, que traídos en la memoria de sus ancestros africanos, fueron reconstruidos en Cuba, según sus imágenes con las maderas y cueros del Caribe. Sus cantos en creole, se suman también al dinámico mundo musical cubano.
" Sincronizados a este proceso, 3 Talleres de Capacitación a portadores y actores locales, resultaron de gran impacto socio-cultural".
Para esta expresión, que floreció desde inicios del siglo XIX en los cafetales del oriente cubano, la UNESCO promovió un Plan de Salvaguarda desde 2006, que pone su acento en el carácter participativo y democrático para las tareas diseñadas, influyendo en la creatividad, flexibilidad y el dinamismode los implicados.
El levantamiento e inventario de la información existente permitió su posterior actualización dentro de un riguroso proceso investigativo, en el que ocupó un papel preponderante el trabajo de campo desde diferentes disciplinas como la historia, la música, los estudios de lingüística, danzas, etnología, el diseño y recreación de vestuarios, todas, acompañadas de una cartografía cultural y el registro de imágenes y sonido.
Sincronizados a este proceso, tres Talleres de Capacitación a portadores y actores locales, resultaron de gran impacto socio-cultural, junto al proceso de validación de experiencias y resultados en cada provincia sede. El impacto de los talleres se irradió hacia otras acciones, como el propio proceso de investigación. Para la salvaguarda se ha asumido una metodología de investigación-acción participativa que integra a los portadores y otros actores locales en la búsqueda y toma de decisiones colectivas, reconociendo ante todo la diversidad cultural entre cada una de las manifestaciones de esta misma expresión.
Tres talleres desarrollados con las comunidades de Tumba Francesa, además de fortalecer sus raíces y valorizar el conocimiento de la expresión, trajeron importantes resultados directamente relacionados con la sostenibilidad de la expresión, como fue el caso del «Encuentro entre las tres Tumbas», que desencadenó un conjunto de acciones en el orden cultural-recreativo para sus portadores, pero además permitió vislumbrar la posibilidad de generar a mediano plazo otras actividades, encaminadas a fomentar el turismo cultural, tanto nacional, como internacional.
El «reencuentro», concebido como proyecto de revitalización que retoma acciones reclamadas por los portadores pues habían dejado de hacerse, tuvo por escenario los secaderos del cafetal «La Isabelica», asentamiento ancestral de la manifestación, que es parte del Paisaje Arqueológico de las Primeras Plantaciones Cafetaleras del Sudeste de Cuba, reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO y ocupando territorios de las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo. Además de una propuesta metodológica, ese encuentro es base para futuras acciones culturales; así como instrumento de promoción de otras formas de conocimiento y disfrute de estas expresiones y sus paisajes.
Clausura de las acciones de la UNESCO en este Plan de Salvaguarda, el encuentro abre nuevas posibilidades a sus principales protagonistas para futuros intercambios. La imagen ha sido propicia también para celebrar los sesenta años de la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO con la cancelación especial de un sello postal dedicado a la Primera Obra Maestra cubana del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
El proyecto prevé una Ruta Cultural de la Tumba Francesa que recorra las diversas expresiones, visite los sitios y disfrute los atractivos culturales entre esas tres provincias; aprovechando además la alta concentración de sitios patrimoniales y paisajes de la región oriental, volviendo esta ruta una importante vía de sostenibilidad para la expresión, tanto para su difusión y enriquecimiento en el orden cultural, como en el económico, herramienta útil para contribuir a la elevación del nivel de vida de los portadores y abonar el desarrollo y perdurabilidad de la expresión.
Interesantes recorridos espaciales por senderos culturales y de abundante biodiversidad, capaces de mostrar diversas facetas de la Cultura Cubana y profundizar en la significación social, histórica y cultural de la Tumba Francesa esperan al visitante a partir de una estrecha relación cultura-espacio-memoria-identidad, que sirve de base al desarrollo y la salvaguarda de las viejas raíces francesas, hoy amalgamadas con otras culturas del Caribe.
"El Reencuentro, tuvo por escenario los secaderos del cafetal «La Isabelica», asentamiento ancestral de la Tumba Francesa"
UNESCO
El patrimonio cultural no se limita a sus manifestaciones tangibles, como los monumentos y los objetos que se han preservado a través del tiempo. También abarca las que innumerables grupos y comunidades de todo el mundo han recibido de sus antepasados y transmiten a sus descendientes, a menudo de manera oral.
En esta nueva entrega de la revista Excelencias Turísticas del Caribe y las Américas, el articulo de la investigadora y musicóloga Analeese Brizuela Quintanilla, hace referencia a una expresión que conjuga los vínculos entre el patrimonio inmaterial y el patrimonio mundial, dando elementos sobre una de las manifestaciones mas singulares de la presencia francesa en Cuba, que a su vez es mezcla de Francia con África en Cuba.
Para la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO es grato presentar este trabajo referido a una de las noventa Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de toda la Humanidad, que resulta la primera de Cuba con ese alto rango entre otras diecisiete expresiones culturales reconocidas en la región. A la salvaguarda de este patrimonio, la Oficina ha consagrado especial dedicación.
Un amplio trabajo de investigación realizado por la UNESCO sobre las funciones y los valores de las expresiones culturales, así como de los monumentos y los sitios, ha abierto la vía a nuevos enfoques de la comprensión, la protección y el respeto al patrimonio cultural de la humanidad. Este patrimonio vivo, llamado inmaterial, confiere a cada uno de sus depositarios un sentimiento de identidad y de continuidad, puesto que se lo apropian y lo recrean constantemente. Motor de la diversidad cultural, este patrimonio no deja de ser frágil y su salvaguardia se ha convertido en una de las prioridades de la cooperación internacional gracias al papel de guía desempeñado por la UNESCO con la adopción, en 2003, de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Las opiniones expuestas en esta sección pertenecen a la autora y no reflejan necesariamente el criterio de la UNESCO, ni comprometen en modo alguno a la Organización.