Los ‘R Engines’ —como los denomina la firma— han sido desarrollados con el propósito de competir con garantías en términos de prestaciones y de consumo de combustible con sus máximos competidores franceses y alemanes. Los nuevos motores diesel de 2,0 y 2,2 litros de cilindrada rinden una potencia de 184 y 200 CV, respectivamente, si bien todavía se desconocen datos concretos sobre su velocidad máxima, aceleración y consumo. Hyundai tampoco ha anunciado qué modelos incorporarán esas mecánicas, aunque sí adelantó que lo montarán algunos de los modelos SUV de la marca, así como las grandes berlinas, de modo que las futuras gamas del Santa Fe, Veracruz y Grandeur —conocido también como Azera— podrían disponer de estos ‘R Engines’. En cuanto a su tipología, la compañía confirmó que ambos motores montan un sistema common rail de tercera generación desarrollado por Bosch, doble árbol de levas, turbocompresor de geometría variable y culata de 16 válvulas, cumpliendo los dos con la normativa comunitaria europea de emisiones de gases contaminantes Euro 5. Ya en su camino para alcanzar a Lexus, Hyundai no podía dejarse en el tintero la introducción de un cambio automático de ocho velocidades —presente en el Lexus LS— y se ha puesto manos a la obra para tener lista la citada caja de cambios en 2010. El primer modelo al que se destinará será el futuro Equus/i70, una enorme berlina que se situará por encima del Genesis para competir con modelos de la talla del BMW Serie 7 o Mercedes Clase S, en tanto el Genesis será el segundo beneficiario del novedoso cambio. Nada, que la firma surcoreana desborda ambición.