Se ratifica la Sucursal de Servicios Médicos Cubanos en Camagüey, como uno de los destinos de turismo y salud más destacados del país en el desarrollo de Programas Docentes y Asistenciales de cara al mercado internacional

En la más grande de las provincias cubanas, Camagüey, con atractivos que deleitan a todo el que la visita, como el centro histórico de su ciudad capital –que es Patrimonio Cultural de la Humanidad– encontrarán tanto vacacionistas de paso por esta isla caribeña, como los viajeros que busquen un destino tranquilo en el que atender su salud y hacer algo de turismo, muy variados y completos programas de asistencia médica, que garantizan directamente la sucursal local de la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos.
Al mismo tiempo, esa entidad pone a disposición de jóvenes de todo el mundo, o doctores recién graduados, una amplia gama de alternativas de formación y superación en el ámbito de la salud, impulsadas a lo largo de 36 años por la Universidad de Ciencias Médicas, Carlos J. Finlay, institución académica e investigativa de reconocido prestigio, que siempre ha trabajado en estrecho vínculo con otro centro de muy alto nivel en materia de servicios médicos y apoyo a la docencia, el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech.
De saberes, preceptos y competencias
En la actualidad, más de 300 educandos de unos 43 países, en representación de regiones muy diversas del orbe, cursan estudios, mayormente de pregrado, en esta sede universitaria camagüeyana, que tiene certificadas y debidamente acreditadas las carreras de Medicina, Estomatología y Licenciatura en Enfermería, así como las que se relacionan con los perfiles de las tecnologías de la salud.
Pero la Carlos J. Finlay oferta asimismo servicios académicos en más de 23 especialidades médicas, con un diseño curricular validado internacionalmente y reconocido entre las universidades de América Latina y el Caribe, en correspondencia con los créditos que se exigen. Cuenta con posibilidades en estos momentos para incrementar su matrícula de postgrado, modalidad en permanente desarrollo en esa institución y en la que se han graduado hasta la fecha miles de profesionales del área y todas las zonas del planeta.
A través de la Comercializadora, esta universidad médica brinda también la posibilidad de acceder a cursos cortos, talleres, entrenamientos y diplomados, mediante los cuales se facilita crecer en saberes y competencias.
Como es característico en la enseñanza de las Ciencias Médicas en Cuba, Camagüey forma profesionales de perfil amplio y con alta calificación científico-técnica, a quienes trasmiten los preceptos de ser exponentes de un excelente desempeño en todo momento y que se deben tratar de forma integral los problemas de salud de los individuos, la familia, así como la comunidad y su entorno.
Por otra parte, los egresados salen de sus aulas con elevados principios éticos y humanistas, siendo portadores, además, de valores que enriquecen su mundo cultural, espiritual y social. En esa educación tan completa y diferente incide el hecho de que su claustro de profesores se integra por profesionales de gran prestigio y experiencia en el sector médico, y con una preparación más que probada para la docencia.
Los escenarios de las clases no incluyen solo pupitres frente a una pizarra, o una pantalla, sino que toman rápido toda la red de instituciones de salud pública de la provincia, donde el desempeño práctico contribuye al afianzamiento de la teoría; otro de los conceptos que distingue y ha hecho resaltar por más de 50 años a la escuela cubana de Medicina.
Verdadero centro de referencia
El Hospital Provincial Universitario Manuel Ascunce Domenech es precisamente uno de esos espacios que funciona como unidad asistencial, y al mismo tiempo docente, cuenta con una matrícula que este año ha llegado a sumar 400 residentes en sus diferentes especialidades, entre cubanos y estudiantes extranjeros. Para esta actividad tiene conformada una pirámide de profesores titulares, auxiliares y asistentes.
Según refiere su director, el Dr. C. Miguel Emilio García Rodríguez, ese hospital cumplió recientemente sus 55 años de existencia, pues fue inaugurado en 1962, y ha llegado a articular en sus instalaciones 38 servicios de salud y 25 servicios médicos con salas de hospitalización, asumidos por un total de 675 profesionales en funciones directas de atención, destacando porque 275 de ellos tienen categoría de especialistas de primer y segundo grados, en tanto que los restantes son los propios residentes.
En Camagüey, el Manuel Ascunce Domenech constituye centro de referencia obligada, al ser la unidad con mayor capacidad de resolución y poder asistencial en esa localidad, con un plan quirúrgico que alcanza las 25 000 intervenciones y se vincula fundamentalmente con las especialidades de Neurocirugía, Cirugía General, Ortopedia, Cirugías de Mínimo Acceso y Cirugías Plásticas.
Para respaldar una asistencia más completa de salud incorpora alta tecnología en medios de diagnóstico y tratamiento, con servicios avanzados en imagenología. Posee equipamiento para la realización de resonancias magnéticas y tomografías axiales computarizadas, así como para la ultrasonografía diagnóstica e intervencionista de alta resolución.
Desde hace algún tiempo, a sus servicios de atención médica especializada pueden acceder pacientes foráneos que se interesen por determinados tratamientos y los soliciten previamente, aunque en este hospital también se brindan prestaciones ante urgencias y necesidades específicas de salud, para turistas y visitantes en general que hagan estancia en la provincia. Existe habilitada para ellos una sala de ingreso con cuatro camas, incluyendo comodidades imprescindibles para familiares y acompañantes.
De acuerdo con los directivos que llevan directamente este tema, hasta el momento las especialidades más demandadas en la actividad de asistencia médica internacional son: Ortopedia, Oftalmología, Neurocirugía, Cirugía General y Cirugía Plástica y Reconstructiva.
En tanto que en el área de la docencia, el hospital ha constatado un creciente interés por otro grupo de cursos de postgrado y pasantías que viene conformando en los últimos años, para que Cuba y el mundo puedan retroalimentarse de los conocimientos y la experticia adquiridos por sus propios especialistas.