La cita contribuye cada año a promover el país como destino gastronómico internacional y a reforzar las virtudes de su cocina

Durante cinco años consecutivos, Perú ha sido distinguido como el principal destino culinario del mundo en los World Travel Awards. Dicho reconocimiento se suma al que en 2011 le otorgara la Organización de los Estados Americanos cuando catalogó a la gastronomía de esa nación como Patrimonio Cultural de las Américas para el Mundo. Y es que la cocina actual es el resultado de la fusión de sus antiquísimas tradiciones con el aporte español, las costumbres traídas por los esclavos africanos, los chefs franceses y la inmigración asiática e italiana.
La particularidad de la geografía del Perú (uno de los países de mayor megadiversidad del universo), la mezcla de culturas y la adaptación de una milenaria herencia a la cocina moderna, han derivado en una enorme variedad de elaboraciones típicas, motivo de orgullo nacional y devenidas inestimable atractivo. No resulta extraño, entonces, que la feria gastronómica Mistura 2017, considerada un ícono de la peruanidad, haya recibido en su décima edición más de 300 000 visitantes, un diez por ciento de ellos de procedencia foránea.
Considerada la feria más importante de su tipo en América Latina, Mistura se ha caracterizado, a lo largo de su década de existencia, por convocar a todos los actores de la cadena gastronómica: desde pequeños agricultores y ganaderos, pescadores artesanales, chefs, cocineros populares, reposteras y panaderos, hasta productores de vinos, café, chocolate y de aceite de oliva, entre otros.
El eslogan de la edición, «con sabor a barrio», definió la esencia del evento, que se trasladó en esta ocasión al Rímac, un distrito de gran tradición, cultura e historia, y que, al decir de especialistas, reúne el 40 % del patrimonio histórico de Lima.
Los sabores, aromas y saberes culinarios de todo el Perú fueron convocados en el Rímac. Allí pudieron encontrarse importantes ejemplos de la cocina norteña y sureña: desde el seco de cabrito y los picantes, hasta el chancho al palo y las pachamancas, gracias a lo cual quienes se convirtieron en testigos del suceso lograron realizar un viaje al interior del Perú a través de su cocina. A ello también contribuyó el rescate de una vieja tradición como el típico desayuno dominguero, que puso al alcance de exigentes paladares tamales o chicharrones, acompañados de un café, emoliente o jugo.
No escasearon las grandes novedades que enriquecieron aún más a Mistura 2017, como el caldo de gallina acevichado de El Soperito, el guiso de rabo de El Dolo (Cusco), el chupe de mondongo de El Narifa (Ayacucho), y el chilcano de carachama de La Coconita.
El presidente del país, Pedro Pablo Kuzynski, durante sus palabras de apertura de Mistura 2017, asumió el compromiso de que Lima tendrá su propio campo ferial, promesa que los organizadores del evento esperan se concrete antes de la próxima edición, pues la ausencia de un espacio adecuado ha sido una de las principales dificultades enfrentadas históricamente por el gustado evento. Sin embargo, ello no impidió que una vez más el Gran Mercado de Mistura se transformó en una surtida vitrina de insumos frescos y procesados, muestra de la amplia variedad de productos alimenticios peruanos. Más de 300 agricultores y productores del país, gracias al apoyo de ministerios y gobiernos regionales, ofrecieron granos andinos, panes, frutas, legumbres, quesos...
La Cocina de El Gran Mercado, a donde llegaron reconocidos chefs, se distinguió con la presencia de Palmiro Ocampo, Martha Palacios, Mariano Escobal, Elena Santos, Heinrich Harold y Adolfo Perret.
Entre los invitados internacionales se destacó el italiano Carlo Petrini, creador del SlowFood, un movimiento internacional que promueve un estilo de vida basado en el respeto al ritmo y tiempo naturales. Petrini aprovechó el marco de Mistura 2017 para presentar su libro El arca del gusto en Perú, un catálogo de la diversidad natural y cultural del país, en el cual se compilan productos, saberes e historias del patrimonio gastronómico peruano.
Destacados invitados extranjeros impartieron charlas magistrales, al tiempo que se homenajearon cocineros emblemáticos y se reconocieron a renombrados chefs de la feria como Gastón Acurio, José del Castillo, Flavio Solórzano, Mitsuharu Tsumura, Javier Wong, Humberto Sato y Héctor Solís.
Como era de esperar, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) distinguió a la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) por su constante empeño en lograr que el país sea reconocido como un destino gastronómico internacional, propósito en el que la feria Mistura ha jugado un rol fundamental. ¡Bien merecido que lo tiene!