- Miami-La Habana-Trinidad-Santiago
De la Galería Alberto Linero, en el ecléctico y movido distrito de Wynwood, adonde la revista 31 de Arte por Excelencias viajó directo desde Madrid para acompañar la exposición de los artistas cubanos Alejandro y Alberto Lescay, Choco y Mirabal, vinimos de regreso a una Habana intensísima de opciones culturales por las coincidencias de la XX Feria Internacional de Artesanía, el 38 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y el 32 Festival Jazz Plaza.
Sin dudas estuvieron bien concurridas las presentaciones en los Centros Culturales Fresa y Chocolate y Barbaram Pepito’s Bar, en la capital cubana, máxime por nuestra condición de patrocinadores del Festival de Cine y el Jazz Plaza. Dialogaron con los invitados en animada tertulia desde organizadores de estos eventos como Lucy y Lea, del Centro Nacional de la Música Popular y el Icaic, hasta amigos fraternos como el cantautor Raúl Torres y la periodista Loly Estévez, calificados críticos como Manuel López Oliva y Luciano Castillo, hasta los maestros Nicolás Dorr y Eugenio Hernández Espinosa.
De ahí seguimos para Santiago de Cuba, para no perdernos la primera edición del Jazz Plaza, ni a Terence Blanchard y Roberto Fonseca en el Cine Martí, ni a Arturo O’Farril y Yasek Manzano en la Sala Dolores (solo Dios sabe la energía armónica que estos dos últimos ofrecieron allí al interpretar Siboney). Y así también pudimos presentar la revista junto al Proyecto Somos en el Iris Jazz Club, lleno para las once de la mañana cuando apenas descansaba de la última descarga que cerró más allá de las tres de la madrugada: urge seguir defendiendo ese público y ese sitio que es quizá uno de los mejores clubes de jazz del país.
Fue de exquisito virtuosismo el concierto que David Virelles ofreció, a invitación del maestro Alberto Lescay, pues estaba el primero de vacaciones en su ciudad natal. Un Virelles inmenso, frente al piano que estudia en Nueva York y desde donde regala cubanísimas variaciones del danzón, así como la impactante descarga a dúo con la trompeta casi parlante del talento revelador de Albertico Lescay. Un mediodía de encuentro para que el escultor Silvio Pérez nos hablara de la intensidad de sus obras lo mismo en Barcelona que en la ciudad de Holguín, el pintor Alejandro Lescay contara lo vivido desde el arte en Miami, por sobre la puntual espuria de la ignominia; y que el maestro Alberto Lescay cerrara la velada refiriendo su admiración por Sandra Levinson y el Centro de Estudios Cubanos en Nueva York, desde el día en que los mismos terroristas pusieron una bomba para destruirlo, y ella aseguró que lo reconstruirían aún más fuerte; y de cómo se sintió tan a gusto con el montaje de la última exposición de Alejandro y él, en un lugar a su juicio emblemático para la defensa de lo mejor de la cultura cubana.
El intenso periplo de la revista 31 terminó en la bella Trinidad, donde aún se rememora la noche de paso de la artista chilena Ana Tijoux, la número uno del rap según la afamada revista Rolling Stone. En la siempre mágica villa nos arroparon los amigos, y en especial Aldaba, la entidad que marca un hito singular en la puesta en valor del patrimonio trinitario.