Habanosommelier. El habano está en nuestra sangre
Fumar un Habano es un rito indescriptible, que precisa de conocimientos, pero también de una buena compañía, ya sea en la persona de un amigo, un ser querido o de comidas y bebidas que hagan de ese momento un place sublime.
Como toda pieza exclusiva, un Habano requiere de un rigor en su elección, encendido, degustación y maridaje, que se puede lograr con el conocimiento propio o con la ayuda de expertos en estos temas, quienes viven la pasión del Habano que corre por sus venas. Lograr crear un espacio donde prueben sus conocimientos y se premie esta dedicación a la cultura del Habano ha sido el objetivo de la competencia Habanosommelier que desde el año 2002 organiza Habanos S.A. dentro del prestigioso Festival del Habano. Por allí han desfilado sommeliers, cantineros, especialistas del mundo gourmet y aficionados de Cuba, España, Reino Unido, República Checa, Emiratos Árabes, Austria o Chile, entre otros, demostrando sus conocimientos sobre las propiedades de los Habanos, sus formatos, vitolas, fortalezas y características de sabor, así como sus posibilidades de combinación y maridaje con las bebidas y alimentos que un cliente fumador pueda desear. Este certamen, cuyas preliminares organizan en los cinco continentes los Distribuidores Exclusivos de Habanos, consta de dos fases, una primera teórica y escrita que selecciona a los mejores candidatos; y una segunda fase práctica, en la que el finalista expone a un jurado su conocimiento y recomendaciones de Habanos y sus maridajes con espirituosos, así como las habilidades en el servicio del puro. Esta misma secuencia se sigue en el Concurso Internacional, donde Cuba, tierra del Habano, ha sido hasta el momento la máxima ganadora, con tres primeros lugares, incluido el que este año obtuviera Juan Jesús Martín González, sommelier que reconoce no haber sido hipnotizado por los puros cubanos hasta después que cumplió los 30 años, a pesar de que desde niño lo embriagaba el humo de esas hojas color café. Machín, cuando no pudo escapar del tabaco, dedicó no poco tiempo de estudio y de absoluta dedicación a los puros cubanos, “enamorándome por completo de esa maravilla vegetal que es un Habano”. El campeón actual del Habanosommelier, quien labora en el Hotel Caribbean de La Habana, está convencido de que el servicio de sobremesa que ofrece un sommelier en Cuba es distintivo a otros, “porque además de los conocimientos, los Habanos son parte imprescindible de nuestra cultura, corren por nuestra sangre”.