La sobremesa está servida
La cada vez más agitada vida moderna reclama propiciar espacios para la calma y el sosiego. De ahí que la sobremesa haya devenido un momento sublime que sirve para coronar, como ningún otro, el final de las comidas.
Primero el café requirió inconforme la compañía del Habano, como distinguido pretexto para prolongar el gozo de comer hasta los primeros momentos de la digestión. Luego le siguieron licores, aguardientes, rones, chocolates… en ensamblajes que provocan agradables sensaciones gustativas. Y es que la convergencia de aromas y sabores, que en la memoria sensorial recuerdan especias como la vainilla, matices florales y frutales, amargor, dulzor y acidez, lo mismo que maderas, ahumados y tostados, provocan un triunfante paso por el olfato y el gusto.
Pero el menú gastronómico degustado previamente es el que nos guiará por una correcta propuesta de maridaje. Este ejercicio es absolutamente imprescindible, no ya como mero entrenamiento para sommeliers o chefs, sino en aras de buscar los puntos comunes y los discordantes entre lo que comemos, bebemos y fumamos, para al final poder darle al cliente la mejor de las recomendaciones.
La clave de su disfrute está, entonces, en lograr el perfecto equilibrio, ese que ha buscado Excelencias Gourmet en cada una de sus ediciones. Hoy, en esta nueva entrega, Habanos, espirituosos, vinos, cócteles y alta cocina confluyen en nuestras páginas, para llevar a los lectores el mejor de los maridajes.
After-Meal Service on the Table
Today’s increasingly bustling and hustling daily life claims for quieter and calmer places. That means any after-meal service has turned out to be a sublime moment that crowns the end of dinners like no other.
First, coffee claimed the company of the habano as a distinguished pretext to stretch out the delightfulness of eating into the early stages of digestion. Then, liquors, eau-de-vies, rums and chocolates followed suit, coming in swarms that trigger pleasant tasting sensations. The fact of the matter is that the convergence of scents and tastes, that the sensorial memory recalls in notes of vanilla, floral and fruity shades, sourness, sweetness and acidity, coupled with wood, smokes and toasts, marches triumphantly down the tracks of smell and taste.
But the gastronomic menu previously tasted is the one that will lead us to the right pairing proposal. This is absolutely indispensable not just as a mere training drill for sommeliers and chefs, but rather in an effort to find the common and discording points among what we eat, drink and puff on, only to wrap things up for the patron with the very best of all recommendations.
The key to making patrons enjoy, then, is the ability to strike a perfect balance, like the one Excelencias Gourmet has sought in each and every issue. Today, in this new issue, habanos, spirits, wines, cocktails and haute cuisine come together on our pages to bring readers closer to the best pairings.