El matrimonio perfecto puede ser posible. Requiere una gran dosis de amor, comprensión, pero ante todo aceptación y respeto de las características propias, de buscar las cosas que une en vez de las que separan. Así sucede con las personas. También con las comidas y bebidas. Incluso con los aromas. Aunque encontrar el maridaje perfecto puede resultar una tarea ardua, no es imposible.

Maridar, combinar con armonía, es una palabra compleja que encierra un concepto sencillo. Entenderlo es saber que no se pueden forzar criterios, y a la vez ser dialécticos en todo, estar siempre abiertos a los cambios en cualquier sentido. Eso hemos perseguido siempre en Excelencias Gourmet, unir en la diferencia, tender lazos de hermanamiento, dar claves para el maridaje de platos, bebidas, aromas, profesiones, personas, criterios.

Por eso, nada mejor que dedicar el primer número de este año al maridaje en su más amplia acepción, a los criterios diferentes sobre combinaciones, pero ante todo al amor, clave de cualquier unión que se pretenda.

En tiempos donde las crisis se convierten en una constante preocupación, cuando muchos creen que es hora de recortes y cambios, seguimos apostando por existir, y para ello apostamos por «maridar» criterios de lectores y anunciantes, de escritores y expertos, para continuar dándole vida a Excelencias Gourmet, un proyecto nacido con y para fomentar el amor.

José Carlos de Santiago