Brasil es un destino ideal para los amantes de las rutas a caballo, ciclismo y senderismo. / Brazil is an ideal destination for lovers of horse riding, cycling and hiking.

LA PRÁCTICA DEL TURISMO RURAL EN BRASIL ES UNA DE ESAS EXPERIENCIAS SUPREMAS DONDE CUERPO Y ALMA SE ARMONIZAN CON LAS BONDADES DE LA MADRE TIERRA

Brasil es una tierra bendecida por la naturaleza. Es, por excelencia, territorio de misterios teñidos de verde y azul, lugar donde la luz adquiere matices milagrosos. Sus paisajes imponentes, combinados con la hospitalidad de su gente, hacen del gigante sudamericano uno de los destinos favoritos para la práctica del turismo rural.
Si bien el desarrollo urbano desató un considerable éxodo del campo a la ciudad, acentuando las distancias entre el ámbito rural y el urbano, en la actualidad se constata un proceso a la inversa, dado por el número cada vez mayor de personas que buscan alejarse del estrés de las grandes urbes y persiguen el sosiego y la tranquilidad de esos espacios donde la naturaleza se impone.
Ese «retorno» al campo ha abierto un nicho de oportunidades para la industria del turismo, sobre todo en lo que a actividades al aire libre se refiere, asociadas principalmente a conceptos de turismo sostenible, ecoturismo, agroturismo y etnoturismo.
No es casualidad entonces que el venidero Festival de Turismo de Gramado –cita donde se reúnen profesionales de Brasil y otros países para fomentar los destinos y productos turísticos, discutir los rumbos del mercado, intercambiar conocimientos y encontrar oportunidades de negocio– promueva las potencialidades del turismo rural como una modalidad en alza.
Algunos de los destinos más destacados en esta variante se encuentran en estados tan conocidos como Río de Janeiro, Sao Paulo o Minas Gerais. Allí la interacción con la naturaleza y la gastronomía son elementos claves a la hora de clasificar la calidad de los hospedajes.
Muy populares resultan, por ejemplo, los hoteles hacienda. Estos alojamientos permiten al visitante integrarse plenamente con el entorno, conocer de cerca las actividades productivas y sumergirse en la historia y cultura de los diversos enclaves, mientras realizan actividades como rutas a caballo, ciclismo y senderismo.

LOS SECRETOS MEJOR GUARDADOS
Brasil es mucho más que samba, fútbol, carnavales y playas; mucho más que El Cristo Redentor, las playas de Ipanema y Copacabana; o las cataratas del Iguazú. Es un paraíso vibrante en su interior, que incita al visitante a adentrarse en el corazón de un país, si quiere conocer algunos de los secretos mejor guardados de la naturaleza.
Si de hoteles hacienda se trata, uno de los más emblemáticos es Monte Verde, en Minas Gerais. Allí la naturaleza se presenta es su estado más prístino –se dice que el aire tiene una pureza de más del 90%– y permite a personas de todas las edades disfrutar de una experiencia acogedora y también desafiante, pues por estar situado a más de 1 500 m de altitud, muchos lo consideran sitio ideal para los deportes extremos, como el salto de tirolesa.
Otro de esos sitios privilegiados es Atibaia, en Sao Paulo, donde el visitante tiene a su disposición granjas para trabajar con productos orgánicos, o antiguas fincas perfectas para los paseos a caballo. El itinerario de visita es extenso y cubre los lugares más inesperados, como las destilerías de cachaza artesanal o las plantaciones de flores.
Colmado de montañas, bosques, cuevas, lagos subterráneos y cascadas está el Parque Nacional Chapada Diamantina, ubicado en el estado de Bahía. Entre sus múltiples atractivos destacan la catarata de Fumaça o el deslumbrante Pozo Encantado. Oportunidades hay para todos los gustos, pues se puede hacer excursionismo por las antiguas sendas de los buscadores de metales, montar a caballo, practicar espeleología, bucear y hacer rafting.
Para los amantes del buen café, hay una parada obligada en Vassouras, situada en la región conocida como Valle del Café, en Río de Janeiro. La zona alcanzó gran esplendor en el siglo XIX por ser conocida como la «ciudad de los barones del café». No hay mejor sitio para entrar en contacto con una parte significativa de la historia de Brasil y entender la forma en la que vivieron aquellos hombres poderosos. Por ejemplo, en la Casa de la Hera, los turistas verán cómo era la vivienda y el estilo de vida de las familias cafeteras; y pueden incluso admirar el mismo mobiliario y organización que la residencia presentaba en el pasado. Asimismo, el área rural tiene innumerables granjas abiertas para visitas. Entre las principales está Cachoeira Grande, que data del año 1820.
Situado a unos 35 km de distancia del bullicio de Sao Paulo, la región Parelheiros seduce por sus senderos en áreas de naturaleza preservada, patrimonios históricos y culturales, paseos náuticos que cruzan las represas de la región, además de tribus indígenas y chacras orgánicas cuyos productos son completamente accesibles a los turistas. Uno de los puntos importantes del lugar es el cráter de Colonia. La formación geológica fue esculpida por la caída de un meteoro hace unos 20 millones de años. Cerca está el barrio homónimo, fundado por alemanes y donde se instaló el primer cementerio protestante de Brasil.
São Roque, Amparo, São Pedro, Monte Alegre do Sul, Joanópolis, São José dos Campos, Pindamonhangaba, Santo Antonio do Pinhal, Itú o São Bento do Sapucaí, son otras de esas tantas ciudades recomendadas para dejarse seducir por las maravillas que pone a su alcance el turismo rural en Brasil.