ARGENTINA. Mi Buenos Aires querido…
Hay magia en la atmósfera porteña. En el tango que, aun sin escucharse, flota y resuena en cada esquina marcando el pulso de una ciudad cosmopolita, elegante y en renuevo continuo. En sus innumerables joyas arquitectónicas. En las noches interminables de teatro, música y espectáculos de la Avenida Corrientes. En el siempre animado Puerto Madero, o en las graderías repletas de La Bombonera.
Hay magia en la atmósfera porteña. En el tango que, aun sin escucharse, flota y resuena en cada esquina marcando el pulso de una ciudad cosmopolita, elegante y en renuevo continuo. En sus innumerables joyas arquitectónicas. En las noches interminables de teatro, música y espectáculos de la Avenida Corrientes. En el siempre animado Puerto Madero, o en las graderías repletas de La Bombonera.
Definitivamente, la declaración del tango como Patrimonio Cultural e Intangible de la Humanidad, hecha a finales de septiembre último por la UNESCO, vino a reforzar uno de los principales atractivos turísticos de Buenos Aires, ciudad llana que se extiende sobre 202 kilómetros de superficie y está poblada por unos tres millones de habitantes. Con una temperatura media anual de 18ºC, la capital argentina tiene un clima benigno durante casi todo el año, por lo cual los días de calor y frío intensos resultan escasos y ello permite al visitante disfrutar de los encantos de la ciudad en cualquier época, pero sobre todo en los meses del verano austral (de diciembre a febrero). Una encuesta de Travel+Leisure, proclamó este año a Buenos Aires como mejor destino turístico de Latinoamérica y en el acápite ciudades la situó, además, entre los cuatro puntos de la geografía turística mejor evaluados en todo el planeta, junto a la ciudad india de Udaipur; Ciudad del Cabo, en Sudáfrica y la atractiva capital tailandesa, Bangkok. El reconocimiento toma en cuenta las propuestas del destino en lo concerniente a infraestructura hotelera, relación calidad-precio, oferta gastronómica y comercial, atractivos y actividad cultural –este último, uno de los más sólidos pilares sobre los que se sustenta el floreciente turismo porteño. Buena parte de los atractivos que ofrece la ciudad se relacionan con una expresión musical y danzaria rioplatense que muchos reconocen como la carta de presentación por excelencia de la Argentina toda: el tango. Como añadido curioso hay que decir también que el turismo en esta urbe es de tan amplio diapasón que sin abandonar ninguno de sus frentes tradicionales, a Buenos Aires se le ha reconocido como ciudad gay friendly y uno de los destinos favoritos de este segmento en todo el mundo. La ruta de Gardel La autoridad turística porteña tiene en su cartera de productos tres «recorridos biográficos»: uno dedicado a Carlos Gardel, cantor, compositor y símbolo mismo del tango; otro a María Eva Duarte de Perón, o simplemente Evita; y un tercero a Jorge Luis Borges, el escritor argentino más reconocido mundialmente. Si bien las tres resultan atractivas e interesantes propuestas, sin dudas la de Gardel goza de una mayor preferencia. El recorrido incluye siete puntos y comienza en el cementerio de la Chacarita, donde reposan los restos del «zorzal criollo» tras su trágica muerte en un accidente de aviación, el 24 de junio de 1935. Otros lugares incluidos en la ruta son la Casa del Teatro, el Café Tortoni (1858) –el más antiguo de Buenos Aires y paradigma del café porteño–; y la casa adquirida por Gardel en 1927, una típica construcción tipo «chorizo», de habitaciones que dan a un patio interior y donde hoy funciona el Museo en memoria de este argentino inmortal. Corrientes, un paseo imprescindible Corrientes es una de esas arterias que nadie deja de recorrer en su visita a Buenos Aires. Espectáculos teatrales de primer nivel, buena mesa, historia y la tradicional bohemia porteña confluyen en esta animada calle, llamada así desde 1822 en honor a la primera provincia Argentina que apoyó la independencia nacional. Sobre Corrientes –desde siempre llamada la calle que nunca duerme–, están el mítico estadio Luna Park, el imponente Palacio del Correo y dos auténticos símbolos del cine-teatro porteño: el Opera y el Gran Rex. Está también el Obelisco, otro ícono de la ciudad de la ciudad y punto de referencia. La Boca: quien no estuvo, no conoció Buenos Aires Para propios y foráneos, quien no visite el pintoresco barrio de La Boca no puede decir que conoció Buenos Aires. Ubicado en el sureste de la urbe, siempre fue asiento de marineros, trabajadores portuarios, gente de vida e inmigrantes. El colorido de sus casas, los silos areneros, los almacenes, las cantinas y las añejas calles adoquinadas forman parte de un irrepetible paisaje urbano donde hay dos símbolos más que reconocidos: La Vuelta de Rocha y Caminito, este último un museo a cielo abierto y quizás el lugar más visitado de la Argentina por turistas de todo el mundo. Se trata de una callejuela peatonal de aproximadamente 200 metros, estrecha y concurrida, con pequeños cafés, mercadillos artesanales, restaurantes y casas de madera y chapa (zinc) pintadas de muchos colores en la que se inspiró un tango del mismo nombre. Hay allí murales hermosos de conocidos artistas plásticos, entre ellos Benito Quinquela, quien en la década del 50 decidió junto a otros vecinos recuperar el lugar, por donde antes transitó el ferrocarril portuario y que el abandono, con el tiempo, convirtió en basurero. A unas cuatro cuadras de este emblemático sitio está el estadio del club Boca Juniors, entre los más antiguos e importantes del país y al que todos llaman simplemente La Bombonera, otro de los grandes símbolos de Buenos Aires. Buenos Aires, Capital Mundial del Libro 2011 Este nuevo año constituirá un período de especial trascendencia para la cultura y la literatura argentina, pues debido a su sólida estrategia y a la calidad y variedad de su candidatura, la capital del país, Buenos Aires, fue designada por la Unión Internacional de Editores (UIE), la Federación Internacional de Libreros (IBF), la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA) y la UNESCO, la Capital Mundial del Libro 2011. La candidatura porteña se sustentó en la tradición literaria de la ciudad, conocida no sólo por las plumas célebres que han llevado su imaginario a otras culturas y otros idiomas sino también, por la vocación lectora de sus habitantes. Esa es otra de las grandes pasiones de los porteños, aunque nunca a la altura del fútbol o del tango. Esto último hay que verlo de modo especial en el mes de agosto, la temporada en que una especie de fervor se adueña de los barrios de la ciudad, mientras se celebra el Festival Buenos Aires Tango y el Campeonato Mundial de Baile de Tango, eventos ya tradicionales que reúnen a miles de participantes y en los cuales se ofrecen, además, conciertos, clases de baile, milongas al aire libre y exposiciones.
* Un itinerario rápido en Buenos Aires, además de los clásicos ganchos asociados al tango, el fútbol y Eva Perón, debe tener como referencia básica el celebrado Obelisco y la Avenida 9 de Julio –por mucho tiempo la más ancha del mundo– que une la Plaza de la Constitución con la Avenida del Libertador. Es el mejor punto de partida para adentrarse en los barrios y llegar, por ejemplo, en Microcentro, a la famosa Plaza de Mayo y al Cementerio de la Recoleta; o en la llamada barriada de La City, el distrito financiero de la urbe, a las calles peatonales de Florida y Lavalle, plagadas de comercios, cafecitos y agradables restaurantes. Al sur están las partes más antiguas y populares de San Telmo y La Boca y, asimismo, un concurrido parque de diversiones; mientras que por el norte, se encuentran los barrios más ricos del Retiro, Recoleta, Palermo y Belgrano.
Moverse por Buenos Aires Es muy fácil y recomendable por los precios. Tanto los subtes (metro) como los trenes u ómnibus (hay 180 líneas de autobuses y 5 de metro), ofrecen servicios excelentes para recorrer la ciudad. Es grande sí, pero entre un punto y otro, los enlaces son fluidos y al final, no habrá sensación más hermosa que caminar por cada punto neurálgico, cada rincón, plaza peatonal o bien, por las calles de barrios como San Telmo, La Boca, Palermo, Recoleta, Belgrano, Caballito, etc. Todo será más fácil aún, si compra un mapa callejero en cualquier estanquillo.