Al compás de canciones inmortales como Let´s go dancing, Johanna, Get down on it o la famosa Celebration, miles de cubanos disfrutaron en vivo la música inconfundible del veterano grupo estadounidense, que en 1979 alcanzó su máxima notoriedad con la incorporación del cantante James «J.T.» Taylor en el álbum Ladies' Night.

«¿Están listos para la fiesta?», preguntó Robert (Kool) Bell, director y líder de la banda minutos antes de iniciar el concierto. El sí fue unánime. El público había colmado la Plaza Antimperialista José Martí, en el malecón habanero, con carteles que expresaban: «¡Gracias Kool, estamos felices de tenerlos aquí!», o «Después de 30 años seguimos amándolos», por solo citar dos frases. En balcones de edificios aledaños, grupos de personas completaron la elocuente panorámica que envolvió al espectáculo. Desde el auditorio, un coro gigante –en inglés casi perfecto– se dejó escuchar en cada uno de los temas, para asombro de los propios artistas. Virtuosos en la instrumentación y en el canto, los 11 miembros de la mítica agrupación de soul, disco y funk, lucieron sus mejores galas en una entrega gratuita para la familia cubana. Los menos jóvenes disfrutaron especialmente al poder revivir instantes de sus años mozos en que la música de Kool and The Gang ganó en Cuba legiones de seguidores, pero también jóvenes y adolescentes eran parte importante de un público que correspondió a los visitantes con gran calidez. En medio del concierto, una pausa para dejar en la Isla uno de los Discos de Oro acumulados por la banda en su exitosa carrera. El presidente del Instituto Cubano de la Música, Abel Acosta, calificó el gesto de los músicos estadounidenses como «un recuerdo imborrable de hermandad». Entre los momentos de plenitud emocional, la presencia de dos jóvenes valores cubanos, el trompetista Alexander Abreu y el percusionista Yaroldi Abreu, evidenció el profesionalismo de los noveles artistas de la Isla, al tiempo que resaltó la ausencia de barreras gracias al lenguaje universal de la música. Con la efervescencia y el sabor caribeños, la acogida en Cuba a Kool and the Gang como una feliz despedida del año 2009, culminó en pasión de amor desbordado tras una larga espera, desde que en 1979 la música de esta agrupación caló en el gusto popular y la banda ganó en la Isla a muchos seguidores.