Cayo Saetía

Quien visite Cayo Saetía, se dejará abrazar, sin dudas, por la pródiga flora y fauna que atesora la mayor de Las Antillas, en uno de sus más bellos paraísos naturales

Cuentan que a su llegada a Cuba, el Gran Almirante Cristóbal Colón tocó tierras holguineras y quedó seducido por su belleza natural. Al confesar su admiración desmedida por esta tierra, el descubridor de América hablaba, quizás también, de Cayo Saetía.
Y es que este islote, de apenas 42 km2 de extensión, enamora hasta la saciedad. Ubicado en la costa norte del Archipiélago cubano, a la entrada de la Bahía de Nipe, el cayo se deja abrazar por aguas transparentes, de arenas muy finas y una costa exuberante con arrecifes coralinos que convidan al descubrimiento de micromundos subacuáticos. Las más de 10 playas que conforman todo el paraje revelan un espectáculo de colores totalmente exclusivo a la vista de cualquier admirador.
Denominado bajo la concepción de Parque Natural, Cayo Saetía conserva la virginidad que pocas zonas con similares características no poseen. La conservación natural de su flora y fauna dibuja un entorno completamente paradisiaco, junto al pleno regocijo de experimentar los placeres de una isla mística.
Más de la mitad del territorio se encuentra cubierta de bosques, donde la heterogeneidad de sus formaciones vegetales acoge más de 136 especies, entre las que se destacan 17 endémicas. El resto, lo componen amplias praderas donde viven libremente diferentes especies de animales exóticos como venados de cola blanca, jabalíes, camellos, antílopes, cebras, avestruces, y otros que son propios de la fauna cubana.
Si en un tour de aventura, es usted de los que prefiere el contacto directo con la emoción, podrá vivirla, sin dudas, a través de un safari por toda la selva, en un ambiente de espesa vegetación, y en la cacería de animales salvajes. Aun cuando es considerado el mayor coto de caza del país, esta actividad se realiza con estricta vigilancia por parte de supervisores, que garantizan una protección especializada, equipamiento y rutas bien definidas para evitar daños al hábitat de la zona.
Para los más osados, que buscan hacer de su estancia un desafío, el cayo cuenta con un complejo turístico de unas 12 cabañas de madera con excelente confort y seguridad. Entre los servicios que distinguen a la instalación está el restaurante especializado en carnes exóticas, muchas de ellas pescados y mariscos capturados en las aguas que rodean la zona.
Viajar al interior de su verdeazul podría convertirse en la expedición que marque su vida y le haga sentir totalmente único, privilegiado. Olvidar lo citadino, para disfrutar de una aventura al estilo de Robinson Crusoe, tiene un encanto particular si recorre las playas de Cayo Saetía. Estando allí, de seguro coincidirá con el Gran Almirante.