Trinidad y el Valle de los Ingenios
Trinidad y el Valle de los Ingenios también cumplen 25 años en la Lista del Patrimonio Mundial
En enero de 1514, la Villa de la Santísima Trinidad devino el tercer asentamiento español en Cuba. En diciembre 2013, hará veinticinco años que el Comité del Patrimonio Mundial reconoció el valor universal excepcional de Trinidad y del Valle de los Ingenios, integrándolo en 1988 a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, formada por 981 sitios en 160 países.
El Caribe reúne hoy 21 sitios mundiales entre 12 de sus islas. Desde 1988, Trinidad y su Valle son el cuarto sitio inscrito en esta sub región y además, el segundo sitio de Cuba en la Lista del Patrimonio Mundial, luego que La Habana Vieja en 1982, fue el primer centro histórico del Caribe insular integrante de esa Lista de la UNESCO. Ambos sitios hoy son parte de una red nacional que apoya la gestión patrimonial, encabezando una lista de 9 bienes que identifican a Cuba entre el Patrimonio Mundial.
Al centro-sur del país, con el fértil Valle de San Luis, el río Agabama y el macizo de Guamuhaya, Trinidad fue cabeza de puente para los españoles en su conquista del continente americano y centro fundamental para el desarrollo de la industria azucarera hasta finales del siglo XIX. Allí florecieron haciendas y mansiones de numerosas familias propietarias de ingenios azucareros, quienes dieron sobre-nombre al valle donde se asentaron, al tiempo que en la ciudad construyeron palacios majestuosos junto a una graciosa arquitectura vernácula donde hoy conviven pobladores y turistas compartiendo un poblado pequeño pero rico, con una fértil llanura cultivada de caña dulce, ayer fuente económica para una villa de calles empedradas.
Trinidad enfrenta hoy el reto de la buena convivencia con el turismo, velando por reducir todo impacto negativo de esa afluencia humana y desarrollar balanceadamente al valle y a la villa para fortalecer su riqueza sin perder la esencia ni su lugar en el Patrimonio Mundial.