Aunque los máximos premios del año 2008 correspondieron de nuevo a José Carlos “Puchy” León, ganador de 114 puntos en la categoría infantil y al ya experto Max Angles (129) entre los juveniles, los progresos en las marcas de todos los participantes llenan de satisfacción y optimismo a quienes se reúnen cada mes en la pista del balneario El Salado. Cuando hace algo más de dos años estos niños irrumpieron en Cocomar, sus tiempos en el trazado de 1 218 metros oscilaban entre 1,20 y 1,25 minutos como promedio general y ya hoy son capaces de hacer cada vuelta en menos de 1,10. Angles aspira en esta temporada 2009 a estabilizar sus cronos alrededor del minuto, mientras que el “Puchy” ansía estar por debajo del 1,06. Esas ambiciones de rebajar sus tiempos individuales también acompañan a los infantiles Kevin Martí (75) y Víctor Rosales (74) y a los juveniles Alejandro Noa (76) y Javier Valderrama (72), escoltas de los campeones en el podio de premiaciones. Pero con nuevos objetivos para el presente año se presentan igualmente el resto de los pequeños pilotos encabezados por Osmani Beovides, Julio Ferro, Lorenzo Rodríguez, Kevin Fernández, Marcos Alfonso y Carlos Correa, entre otros. Impresionante para todos los asistentes resultaron las primeras incursiones del muy infantil Steven Gutiérrez, pequeño niño de apenas cuatro años y medio de edad. Aceptado en su academia de la playa de Guanabo por el maestro formador de esta generación, Manuel Angles, el prodigio de San José de las Lajas parece llamado a convertirse en un grande del motociclismo cubano. Sensacional resulta Steven en sus maniobras sobre rectas y curvas del circuito, en las que demuestra seguridad, valor y decisión para mantener un excelente promedio de velocidad. Sus tiempos actuales de 1,21 y 1,22 minutos son similares a los de aquellos que debutaron con 6 y 7 años de edad. Tal como ha ocurrido hasta el momento en las dos últimas temporadas, los motociclistas infantiles y juveniles serán insertados en el calendario cubano del karting y en otras competencias programadas en diferentes escenarios del país. Reconocidos todos por sus actuaciones a través del año 2008, las designaciones de atletas más integrales en esa etapa correspondieron a Max Angles Fernández y Javier Valderrama. La obligatoria asistencia y puntualidad a las sesiones de entrenamiento, más el apoyo de la familia, determinarán, según el profesor Manuel Angles, que estos pequeños se conviertan en las futuras primeras figuras del motociclismo cubano.