PININFARINAUn señor llamado Battista Farina
¿QUIÉN ES CAPAZ DE DISEÑAR AUTOMÓVILES DE SUEÑO PARA LOS PRINCIPALES CONSTRUCTORES DEL MUNDO? MARCAS COMO FERRARI, LANCIA, ALFA ROMEO, FIAT, CADILLAC, CHEVROLET, GM, PEUGEOT, ROLLS-ROYCE, BENTLEY, JAGUAR, AUDI, MITSUBISHI, HONDA, DAEWOO Y OTRAS MÁS HAN SOLICITADO Y SOLICITAN SUS SERVICIOS. ESTA ES LA LEYENDA DE QUIEN ENTRÓ A LA HISTORIA DEL AUTOMÓVIL SIN CONSTRUIR NINGUNO NI APORTAR INVENTO ALGUNO. SOLAMENTE SE DEDICÓ A HACERLOS MÁS BELLOS. SU NOMBRE: BATTISTA FARINA, PERO TODOS LE CONOCEN POR PININFARINA.
Hace más de tres cuartos de siglo, allá por el año 1930, un desconocido fabricante de carrocerías para automóviles se instaló en la ciudad de Turín, al norte de Italia, cuna desde hacía tiempo de la Fábrica Italiana de Automóviles de Turín (FIAT) y fundó un curioso taller para fabricar carrocerías de automóviles. No fabricaba vehículos, los llevaba a su taller ya construidos y los reformaba con el único objetivo de hacerlos más confortables y hermosos.
Pero ahí no comienza esta historia. Años antes, Battista Farina y su hermano habían estado trabajando en el giro automovilístico con relativo éxito. Tenían un negocio llamado “Stabilimente Farina”, que se dedicaba a mejorar el aspecto de aquellos autos de los años 20. Finalmente Pinin (sobrenombre con que se conocía a Battista) se independizó y se fue a Turín. Allí montó su propio taller al que nombró “Carrozzeria Pinin Farina”. No molestó a ninguno de los grandes constructores de automóviles de la época, su trabajo consistía en hacer más hermosos los vehículos. No tocaba el motor ni los componentes principales, solamente trabajaba las líneas de la carrocería, los interiores y con el tiempo, la aerodinámica. Los automóviles trabajados y remodelados por Pinin Farina pronto se destacaron del resto y el éxito comenzó a premiarlo con más y más automovilistas que deseaban un vehículo de Pinin Farina.
A fines de los años 30, Pinin Farina era ya uno de los mejores carroceros de Italia, e incluso de Europa, donde ya era bien conocido y tenía decenas de pedidos para rediseñar automóviles. Pero la II Guerra Mundial detuvo todo progreso y la belleza pasó a ser un elemento ajeno a los vehículos militares. Las instalaciones de Pinin vieron mermada su producción, sin embargo no se fue al paro completamente. Lo que sí casi acaba con todo fue un pavoroso incendio que destruyó gran parte de la fábrica.
No es hasta 1947 que “Carrozzería Pinin Farina” reabre sus puertas y comienza a trabajar febrilmente para cumplimentar la gran cantidad de pedidos acumulados. A inicios de los años 50 ya logra diseñar y fabricar carrocerías para el importante mercado automotor estadounidense. Son momentos decisivos para Pinin, los fabricantes de autos europeos y norteamericanos le empiezan a encargar vehículos completos. Le entregan chasis y motor para que Pinin Farina haga el resto. Sus primeros clientes relevantes son el italiano Alfa Romeo, para quien diseña el Giulietta Spider, y el francés Peugeot, para quien construye el modelo 403.
Y precisamente por esa época, otro fabricante italiano: el exclusivo Ferrari, hace una alianza estratégica con Pinin Farina para diseñar sus inconfundibles carrocerías y automóviles de lujo. La primera creación de Pinin Farina para la casa de Maranello, fue el Ferrari 212 Inter, allá por 1952. Pronto Ferrari sería el mejor y mayor aliado del diseñador turinés. Son los tiempos en que los constructores de automóviles de todo el mundo ponen la belleza al mismo nivel de la técnica y, a veces, por encima.
Es cuando los autos imponen estilos de vida y de clases sociales. De esa época son dos fabulosos vehículos que hoy son clásicos en la Historia del Automóvil: el Ferrari 250 Tertarossa y el Alfa Romeo Aurelia. Para el mercado de Estados Unidos, Pininfarina haría un auto extraordinario: el Corvette, tras concretar un contrato con la marca Chevrolet, del consorcio General Motors. En 1961, el presidente de Italia le da el visto bueno para cambiar su apellido. De ahí en adelante su apodo (Pinin) para a formar parte de su apellido (Farina) para llamarse Pininfarina. Y es que el carrocero italiano es sinónimo de belleza y hermosura en el mundo del automóvil. Sus modelos hicieron época y hoy día constituyen los clásicos más perseguidos por los coleccionistas.
Battista Pininfarina se retira del trabajo activo y deja su negocio, llamado ahora “Pininfarina S.P.A.”, a su hijo Sergio y a su yerno Renzo Carli. En 1966 fallece este gigante del diseño automotor, pero su casa de diseño continúa realizando maravillosos modelos de diferentes marcas. La muerte de Battista no termina con la escuela que había creado y continúan saliendo autos de sueño de la casa turinesa. El Jaguar XJS, el Ferrari Daytona y el FIAT 130 coupe, son solo algunos de ellos.
Ya en los años 70, la casa fundada por Pininfarina cuenta con nuevas y modernas instalaciones para fabricar carrocerías y, a pedidos, automóviles completos utilizando solamente el motor de la marca solicitante. Es Centro de Estudios, de Investigación, de Cálculo y Diseño. Como quiera que también es capaz de fabricar automóviles completos, cambia otra vez su nombre. A partir de 1979 se llama “Industria Pininfarina S.P.A.”. En los años 80 se abre una filial en San Giorgio Cavanese.
Siguen haciendo maravillas automotrices, especialmente con Ferrari. Es la época en que salen los modelos F-40 Testarossa, 456 GT, 355 Berlinetta, F-50, 550 Maranello, 550 Berchetta y 360 Módena. Son esos automóviles que el mundo llama: “bellos para siempre”.
Hoy día, “Industria Pininfarina S.P.A. está en manos de la tercera generación de la familia. Andrea, Lorenza y Paolo, nietos de Battista, son los que rigen los destinos del diseño automovilístico, desde la casa de sueños más importante del mundo para la industria automotriz. Precisamente acabo de ver un Peugeot 406 cupe, azul, precioso. Y tiene un sello al final del guardafangos delantero, justo antes de la puerta que dice en hermosa caligrafía manuscrita: Pininfarina.