ESTE SÚPER DEPORTIVO, QUE VIO LA LUZ EN 2004, ES EL INTENTO AMERICANO POR ALCANZAR LAS VELOCIDADES Y PRESTACIONES DE LOS MÁS AFAMADOS BÓLIDOS EUROPEOS. EN UN PRINCIPIO PENSARON QUE SU PELEA SERÍA CON FERRARI Y PORSCHE, PERO KOENIGSEGG Y BUGATTI HAN SUBIDO LA PARADA. KOENIGSEGG ES EL RECORDISTA DE VELOCIDAD, MIENTRAS QUE BUGATTI AMENAZA CON SUS EXTRAOFICIALES 407 KM/H. EL CHRYSLER ME FOUR TWELVE PRETENDE BATIR A AMBOS. PARA ELLO CUENTA CON UNA IMPRESIONANTE PIEL NORTEAMERICANA Y UN PODEROSO CORAZÓN ALEMÁN.

El grupo Chrysler aprovechó la alianza que tenía hace unos años con Daimler para colocarle a este superauto una máquina de Mercedes-Benz. De ese modo, el chasis y la carrocería se fabricaron en los Estados Unidos, pero el trabajo de la motorización se quedó en manos del grupo Daimler.

Para la tarea se tomó como base el motor que lleva el Mercedes-Benz SL 65 AMG, el cual ha sido mejorado por AMG (División deportiva de Mercedes-Benz) para cumplir las expectativas. Es un V12, doce cilindros en V, con un desplazamiento de 6.8 litros, cuatro turbo, árbol de levas en cabeza (SOHC) y tres válvulas por cilindro (36 en total). Entrega una potencia máxima de 852 CV a 5 750 rpm y un par motor de 1 150 Nm a 4 500 rpm.

Transmite al tren trasero por medio de una caja automática de siete velocidades. La transmisión fue creada específicamente para él, llevando lo último en tecnología, con doble embrague húmedo y control electrónico. Alcanza una velocidad de 400 km/h, acelerando de 0 a 100 km/h en solo 2.9 segundos.

La carrocería se fabricó con materiales resistentes y livianos: aluminio, cromo y fibra de carbono. El peso final del Chrysler ME Four Twelve es de 1 310 kilogramos, para una estupenda relación peso/potencia de 1.54 kilogramos por cada caballo de fuerza.

El sistema de frenos está acorde a las exigencias de tamaña potencia y velocidad, la garantizan discos ventilados y equipados con ABS en las cuatro ruedas. Los discos de freno fueron construidos de una aleación compuesta por carbono y cerámica, con un diámetro de 381 milímetros. Gracias al spoiler trasero, controlado por ordenadores, y a otros elementos aerodinámicos hacen de este supercoche se comporte muy estable a velocidades astronómicas. El alerón se despliega, automáticamente, cuando alcanza los 300 km/h.

En su interior se destaca su espacio, butacas deportivas forradas en cuero, los mandos al volante, el sistema de audio de última generación y la climatización. Su precio estimado frisa los 500 000 dólares.