ARCO MADRID. El momento más internacional del arte peruano
ES LA PRIMERA VEZ QUE PERÚ ES PAÍS INVITADO A ARCO. ES UNA OPORTUNIDAD SIN PRECEDENTES PARA LAS ARTES VISUALES EN NUESTRO MEDIO.
A nadie debió asombrar, en enero de 2012, la designación de Sharon Lerner para encabezar los proyectos expositivos de arte contemporáneo del Museo de Arte de Lima (MALI). Dos años antes le había sido otorgada la beca de curaduría del Instituto Wattis de Artes Contemporáneas, respaldado por la Fundación de Arte Kadist, además de obtener la maestría en Práctica de Curaduría en el California College of the Arts.
Aún sin descorrerse las cortinas de Arco Madrid 2019 —Ifema, 27 de febrero al 3 de marzo—, ya se califica de profundo su trabajo curatorial para seleccionar a los treinta y tres artistas encargados de mostrar la producción contemporánea de Perú en una feria que lo tendrá este año como país invitado, razón más que suficiente para que Arte por Excelencias salga en busca de la prestigiosa comisaria, quien en estos días se afana en ultimar detalles de lo que será la sección Perú en Arco, que cuenta con el apoyo de los ministerios de Cultura y de Relaciones Exteriores del Perú, la embajada de esa nación en España y Promperú.
¿En qué aspectos fundamentales se basó su trabajo de curaduría de arte peruano para esta feria?
He realizado una selección de galerías peruanas e internacionales que representan a artistas peruanos de interés. Quiero entenderla como una lectura particular, una entre las muchas posibles, de la producción artística peruana. La selección busca responder a las condiciones específicas de la producción y circulación de buena parte del mercado del arte contemporáneo realizado hoy por artistas peruanos, a través de algunas líneas temáticas y formales. Probablemente lo más saltante es que en su mayoría se trata de propuestas que asumen la especificidad de lo local y desde ese lugar plantean problemáticas que resultan universales.
¿Es un reto representar una muestra hecha con artistas peruanos que han desarrollado su carrera fuera de su país de origen?
No, en lo más mínimo. La selección incluye artistas que trabajan y exhiben dentro y fuera del país. Vivimos en el momento más internacional del arte peruano. Se trata de una condición con la que operan la mayoría de los creadores insertos en el mercado en un mundo globalizado.
¿Cuáles podrían ser las características fundamentales de esta producción contemporánea?
Los artistas seleccionados tienen varios rasgos que los relacionan. Muchos se valen de la investigación de archivo para el desmontaje de discursos normativos en torno a la historia oficial del país y a los modos en que estos han sido inscritos en distintos sistemas de representación. Otros exploran las tensiones sociales producto del colonialismo y ponen en cuestión la naturalización de criterios étnicos, raciales o de clase, o vuelcan la mirada al territorio y sus marcas, a través de señalamientos cartográficos o geológicos, reflexionando sobre el impacto y las consecuencias de los procesos industriales y extractivos sobre el entorno natural. Hay también una mirada muy punzante a la producción artesanal y a las tradiciones ancestrales, que en cierta medida están muy presentes en nuestra cotidianidad cultural proponiendo reflexiones interesantes de índole conceptual y técnica desde las estrategias propias del arte contemporáneo.
¿Ha sido Perú un país activo en la Feria? ¿Qué representa para el sector del arte esta edición de Arco?
Es la primera vez que Perú es país invitado a Arco. Es una oportunidad sin precedentes para las artes visuales en nuestro medio. No solo por la Feria y el impulso que pueda dar a las galerías, sino sobre todo porque esta coyuntura abre las puertas de distintos espacios expositivos madrileños a una gran variedad de muestras de arte peruano de gran calidad.
¿Por qué el interés en aspectos como la arquitectura y el diseño, las nuevas tecnologías y la globalización?
Son intereses presentes en el arte contemporáneo global, no algo que se restrinja al arte peruano contemporáneo.
¿Qué significa para su país el otorgamiento del Premio al coleccionismo a una institución como el MALI, espacio donde usted ha desarrollado parte de su labor curatorial?
Para el MALI y sobre todo para el comité de adquisiciones de arte contemporáneo del museo es una validación del trabajo sostenido por más de diez años desde el museo por consolidar una colección de arte contemporáneo para el país. Somos el único museo a nivel nacional que tiene una política activa de adquisiciones de arte contemporáneo guiada por un comité de curadores, que cuenta con el apoyo de un grupo de coleccionistas.