©johan persson
©José V. Gavilondo y Jorge V. Gavilondo

El 28 de septiembre de 2015, poco después del mediodía, se impartió la primera clase en Acosta Danza. La compañía, fundada y dirigida por el reconocido Carlos Acosta, concretó el sueño de crear un grupo artístico que aprovechara todo el acervo danzario de Cuba: desde lo académico hasta lo contemporáneo, pasando por la técnica moderna y teniendo en cuenta las expresiones más auténticas de los bailes populares y folclóricos.
Lo primero que ha llamado la atención del público y la crítica especializada es la calidad de los bailarines. El cuerpo de baile de la compañía resume lo mejor de la escena danzaria del país. Graduados todos en el sistema de enseñanza artística del país, poseen formaciones diferentes: del ballet, de la danza contemporánea e, incluso, de los espectáculos musicales. El milagro ocurre en la escena, cuando las disímiles expresiones técnicas se funden en actuaciones que no han dejado indiferente al espectador más conocedor.
Luego de tres años de trabajo se aprecian los resultados. Acosta Danza posee un repertorio integrado por piezas de coreógrafos de renombre internacional. Importantes creadores de la danza han viajado a La Habana para responder a la solicitud de Carlos Acosta de realizar obras que aprovechen el amplio rango técnico y expresivo de los bailarines.
En una misma temporada de Acosta Danza se puede disfrutar de coreografías contemporáneas, indagadoras de mitos ancestrales, como los dúos del belga Sidi Larbi Cherkaoui o las expresiones de fuerte contenido intelectual del japonés Saburo Teshigawara; la exploración contemporánea sobre la gran herencia clásica que propone el estadounidense Justin Peck y las coreografías de la cubana Marianela Boán, de profundo sentido cultural latino y teatral.
También sobresale el español Goyo Montero, coreógrafo residente de la compañía, que basó dos de sus trabajos en los universos líricos de los cantautores Joaquín Sabina y Silvio Rodríguez. Pontus Lidberg, de Suecia, se inspiró en el mundo de la rumba para crear una fiesta de juventud a partir de una composición del maestro Leo Brouwer. El británico Christopher Bruce repone aquí su antológico Rooster, con conocidas canciones de The Rolling Stones.
La compañía es cantera de jóvenes coreógrafos, diseñadores, artistas de la plástica, directores de cine y fotógrafos. La repercusión ya trasciende las fronteras nacionales, y el trabajo apenas comienza. Hay un camino por recorrer y muchos retos que superar. Como una fuerza nueva en el panorama del arte cubano, Acosta Danza continúa su desarrollo.