Bailarina, actriz, solista y directora de la compañía Teatro Popular Latinoamericano y de la Escuela Nacional de Teatro. Licenciada en Historia del Arte, especialista del Consejo Nacional de las Artes Escénicas. Investigadora y colaboradora de medios especializados en crítica teatral. Asesora de la Agencia Artística de Artes Escénicas Actuar, Gladys Alvarado es una mujer llena de energía, comprometida con la excelencia del mundo escénico cubano.
En entrevista para Arte por Excelencias revela momentos inolvidables de su trayectoria, colmada de éxitos en escenarios nacionales e internacionales que enriquecen su aguzada pluma, contribución a las tablas en la formación de actores y nuevas propuestas artísticas.
«Comencé declamando con tres años en el programa televisivo La escuelita de Rosendo Rossell. Luego formé parte del conjunto infantil El Sevillanito, de Eduardo Muñoz. Participé en El mundo de los niños junto a la gran maestra Carmen Solar, y en el Show de Arau, bajo la dirección de Alfonso Arau. Paralelamente incursioné en el mundo del comercial, pues anunciábamos productos como el refresco Jupiña, la Maltina y el jabón Palmolive, promocionados por la agencia publicitaria Siboney», comenta.
Después de ganar como Estrella Naciente en el espacio competitivo de nuevos talentos de José Antonio Alonso, y recibir clases de ballet con Eduardo Recalt, Gladys Alvarado incursiona en el Conjunto Experimental de Danza. Baila en los estrenos de Estudio rítmico, con coreografía de Alberto Alonso; Forma, color y movimiento, de Luis Trápaga, y Misterio I, II, y III, de Tomás Morales, para tener el privilegio de participar en los ballets Elegía a Jesús Menéndez, del coreógrafo Armando Suéz, y El solar, de Alberto Alonso, que formaría parte del Gran Music Hall de Cuba, espectáculo que integraba talentos como Elena Burke, Los Zafiros, Pello el Afrokán, Celeste Mendoza, Los Papines, José Antonio Méndez y la orquesta Aragón, que se presentó en 1965 en escenarios internacionales como el famoso Teatro Olympia, de París, el Friedrichstadt-Palast de Berlín y en importantes salas de Polonia y de la Unión Soviética.
«Esa fue una experiencia única, solo tenía 15 años. Me permitió recibir clases de artistas de la talla de Luis Trápaga, Joaquín Banegas, Mirta Plá, Mariana de Gonicht, Marcelino del Llano, Eduardo Valdés, Adolfo de Luis y Vicente Revuelta para evaluarme como solista. Luego participé en la película cubana Un día en el solar, dirigida por Eduardo Manet, en el estreno mundial de la comedia musical Mi solar, de Alberto
Alonso, y en Variedades del musical, de Pedraza Ginori, que presentaba la compañía Teatro Musical de La Habana. Formé parte de la delegación cubana que asistió a la Exposición Universal de Montreal 1967, y de la brigada teatral Francisco Covarrubias, que realizó una gira por Cuba en 1969, durante la Zafra de los Diez Millones, con la comedia musical El viejo verde, de Ignacio Gutiérrez».
En las décadas de los setenta y ochenta, Gladys se une a diversas compañías: Teatro del Tercer Mundo, dirigida por René de la Cruz, con quien coprotagoniza Los argonautas; Teatro Político Bertolt Brecht, con la obra Juan Palmieri, Premio de Teatro 1972, dirigida por Nelson Dorr; Teatro Popular Latinoamericano, con El pagador de promesas, La Chacota, Guerrilleros del altiplano, junto a Adolfo Llauradó y Ramón Ramos; y Teatro Rita Montaner, con Fulgor y muerte de Joaquín Murieta y Cantar por Tilín García, ambas de Nelson Dorr, seleccionadas para el Primer Festival de Teatro de La Habana (1980).
«En 1981 participé en el estreno mundial de la obra Una casa colonial, de Nicolás Dorr, dirigida por su hermano Nelson Dorr y protagonizada por María de los Ángeles Santana. Actué en la puesta en escena multidisciplinaria Tula, donde Isabel Moreno, Mónica Guffanti y yo interpretábamos tres momentos de la vida de Gertrudis Gómez de Avellaneda.
»Toda esta experiencia en la escena cubana he intentado aplicarla durante los diez años que dirigí la Escuela Nacional de Teatro y los dieciocho que estuve como especialista de Pantomima, Espectáculo Escénico Musical, Circo y Magia en el Consejo Nacional de Artes Escénicas de Cuba, donde he presentado investigaciones en espacios teóricos de eventos artísticos y trabajos como metodóloga nacional de Danza en la misión Corazón Adentro y en la Compañía Nacional de Circo de Venezuela.
»Mi mayor satisfacción es que toda esa amalgama de experiencias como actriz, bailarina y directora me haya servido para orientar a las nuevas generaciones con un lenguaje honesto, valiente y práctico, alejado del frío discurso teórico. En eso radica mi labor actual como asesora artística de Actuar y como miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba».