- Pinceladas de una ciudad.
UNA HABANA INVITA A RECREARLA, A PINTARLA, A VIVIRLA A TRAVÉS DE LOS PINCELES MÁS EMBLEMÁTICOS DE LA PLÁSTICA CUBANA. SEIS MIRADAS, MIL SENSACIONES. SUEÑOS Y REALIDADES, MUSAS DE UNA CIUDAD ARTÍSTICA, ENTRE TRAZOS Y COLORES
La Habana en una jungla de matices, de magia, de arte. Su bahía atardeciendo, con el toque de Zaida del Río para mostrar la esencia de la cubanía. El paisaje más sublime en un mar de encuentros y cercanías, en la ciudad más hermosa. (Foto 1)
Un Almendares lleno de vida y color desde los ojos de Flora Fong, el sueño del río que imagina, que desea y que nos regala, su percepción de la maravilla de lo real, de la realidad de lo maravilloso. (Foto 2)
Porque la Marina Hemingway evoca al Papa, a su viejo y a su mar. La pesca como un acto de fe, a veces también artístico. Un obsequio de Reynaldo L. Álvarez Villamil, de su pasión por las costas de Cuba, de su historia de carabelas descubriendo, de yates y nuevas travesías. (Foto 3)
Un caballero y su musa. La Plaza de San Francisco de Asís y el trazo de Nelson Domínguez. El sueño eterno, una historia de amor. Una willi extraviada o una sílfide que baila, por las locuras que son poesía. (Foto 4)
Íconos, emblemas, historia, cultura, Patria y religión. El arte que lo aúna todo. Una Plaza de la Revolución que es símbolo, punto de confluencia. Agustín Bejarano, su visión de lo que fuimos, de lo que somos y quizás seremos. (Foto 5)
Como esa Remedios, la bella del Macondo más Garcíamarquiano. Una musa habanera que levita en la Plaza de la Catedral, de la mano de Ernesto García Peña, rumbo al cielo o hacia algún otro lugar. (Foto 6)