Algo de leyenda

Mexcaltitán es un lugar rodeado por la leyenda. Se dice que la isla es la mítica Aztlán, el lugar del que partieron los mexicas o aztecas para irse después al centro de México y fundar Tenochtitlán. Sobre el significado de Mexcaltitán son diferentes versiones las que circulan.

Unos dicen que procede de la palabra Metzli, diosa lunar entre los pueblos nahuatlacas y que le daría el significado de «en la casa de la luna», otros «casa de los mexicas o mexicanos», mencionando incluso que Tenochtitlán se creó en un islote por nostalgia de Mexcaltitán. Otros afirman que significa «lugar de las garzas» muy abundantes en esta zona. Sea como sea, hoy en día no existe aún una versión comprobada para los historiadores y estudiosos del tema.

Mi Mexcaltitán

Tras una breve parada en Sayulita para tomar un delicioso desayuno, seguimos camino hacia embarcadero de La Batanga, donde llegamos a media mañana. Y tras una travesía en barca de unos 25 minutos, de repente allí estaba la isla. Apenas la rodeamos una tropa de chiquillos saltaba a nuestro alrededor.

Lo cierto es que la perspectiva de la isla cambia totalmente según desde donde se mire. Desde fuera es algo anárquica y descuidada, pero ya dentro toda su peculiaridad salta a la vista y te atrapa su encanto y la condición de ser diferente a todo lo visto.

Su corazón está formado por calles de altas banquetas, ya que en época de lluvia se inunda tanto que a veces la llaman «la Venecia mexicana». En esos meses la vida se hace gracias a las barcas en las que la gente se transporta, se mueve y hace su vida cotidiana. Caminando por sus arterias todo huele a camarón, a mar, el marisco se seca extendido en las banquetas al sol como si fueran unos vecinos más del lugar, mezclados con todos y acostumbrados a ver turistas.

Desde fuera el lugar es algo anárquico y descuidado, pero ya dentro toda su peculiaridad salta a la vista y atrapa su encanto y la condición de ser diferente a todo lo visto

Las casas están abiertas plácidamente, con sus habitantes sentados en la puerta o haciendo sus quehaceres sin preocupación por lo que pasa afuera.

Tras recorrer sus rincones coloridos y cálidos teníamos que probar algo único de estas tierras, su cocina llena de recetas prehispánicas como el taxtihili, platillo hecho con caldo, camarón, masa de maíz y especias. Sencillamente delicioso, así como las albóndigas de camarón, después de ver tantos extendidos, comprendimos mejor el sentido de todo.

La isla como una cuna mecida en el mar bajo el cielo y la vegetación latía a su ritmo, mientras las garzas, las gaviotas o las águilas las observaban al pasar. En esa placidez la dejamos mientras partimos en la lancha llenos de su magia y su leyenda.

El camino a Mexcaltitán se realiza por la capital del Estado de Nayarit, Tepic, a unas dos horas de Vallarta. A 59 km se encuentra Santiago Ixcuintla. Y por último, a 34 km está el embarcadero de La Batanga.

Su tamaño es de 400 m de largo, de norte a sur, y 350 m de ancho, de este a oeste. En 1986 fue decretada Zona de Monumentos históricos por el trazo único de sus callejones, sus edificios típicos y el arraigo de sus pobladores. Es también uno de los 23 Pueblos Mágicos que podemos encontrar en México.

Su forma es oval con cinco calles principales y una plaza en el centro construida en el siglo XVII. En ella están los edificios más importantes de la isla, la Delegación Municipal, el Museo «El Origen» y el templo.

La fiesta más importante, se celebra en los días 28 y 29 de junio, cuando se festeja «la zafra del camarón» o comienzo de la época de pesca. La celebración consiste en una carrera en lancha entre San Pedro y San Pablo después de la misa. Todos animan a San Pedro ya que la creencia popular afirma que si gana es presagio de buena temporada de pesca.