El festival Ellas crean en Cuba abrió un interesante espacio para la exhibición de creaciones femeninas en distintas disciplinas artísticas.

Como cita de encuentros y exposiciones, defendió y expuso el imaginario creativo del género más relegado durante siglos dentro de las  sociedades ancladas aún en formas de dominación patriarcal.

 

La división sexual del trabajo originó desigualdades, más un montón de prejuicios y subestimaciones que inundan desde hogares hasta museos, salas de cine y teatros, gran parte de los espacios públicos y privados.

Las razones del festival Ellas crean responden a esa realidad.

según el Consejero Cultural de la Embajada de España en Cuba, Pablo Platas.

“Sin duda, esas realidades hay que seguir denunciándolas en todo momento; pero no pueden ser las únicas desde las cuales se presenten las cuestiones de género, porque éste no es solo la denuncia de lo malo sino la puesta en valor de lo bueno”, aseguró en declaraciones a la revista Excelencias.

El festival comenzó en Cuba con una Gala en el Teatro Mella de La Habana ofrecida por el Ballet Nacional bajo la dirección de  Alicia Alonso. La mejor puesta de la noche resultó Umbral, una pieza que cuenta con un precioso telón de la pintora cubana  Zaida del Río, y en el que Alonso evocó con elegancia algunos aspectos creativos de su maestro George Balanchine, a modo de homenaje.

 

El Ministerio de Cultura y diversas instituciones nacionales colaboraron con la Embajada de España en Cuba en la celebración del evento en La Habana, Cienfuegos, Camagüey y Holguín. Suceso relevante devino el estreno en Cuba de la película Katmandú, un espejo en el cielo, de la realizadora española Icíar Bollaín. La catalana Victoria Subirana, protagonista en Nepal de la historia que dio origen a la cinta, impartió en la capital cubana la conferencia-taller Pedagogía Transformadora.

Otra oferta valiosa fue la puesta en escena de Showroom, de la bailarina y coreógrafa española radicada en Cuba, Susana Pous, con la compañía Danza Abierta y el work in progress de su nueva creación Sinfonía de sentidos.

 

La sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba acogió el estreno de Coincidencias, de la coreógrafa Irene Rodríguez, a cargo de su propia compañía. De acuerdo con esta bailaora y actriz, los nuevos títulos coreográficos reflejan desde la mujer-creadora presa de una carrera extremadamente exigente, hasta los convencionalismos y prejuicios sociales que intentan callar sus verdades y opiniones.

 

Otras propuestas que enriquecieron el festival fueron el concierto de la Camerata de Zenaida Romeu, en la Basílica Menor del Convento San Francisco de Asís, y el concierto poético “En La Habana: orilla de las mujeres fértiles”, por las escritoras Nancy Morejón y Marifé Santiago.

La iniciativa dejó en claro los beneficios de la comprensión, la libertad

y la horizontalidad en las relaciones entre los géneros.