El Sol se te hace más evidente, los colores revolotean vivos ante tus pupilas de ser de otro mundo. Parpadeas admirado ante tanto contraste entre azules y verdes, arcoiris de cuerpos, sonrisas, playas y músicas diversas. Y los olores mezclados, a tabaco, flor, fruta, pez y yerba buena. Lo sabes: no te has equivocado, tu destino era este destino. El Caribe es ahora tu aventura.

La Habana

Virgen venerada y disputada, terca pasajera del tiempo y la añoranza, fruta prohibida a orillas del Atlántico. Estoico museo viviente de arquitecturas, columnas y estilos… de autos de cualquier época, que desafían el tráfico como las gentes y sus anhelos; espectáculo irrepetible de sabiduría y alegría, de miradas generosas y verdades completas. Noches sin sueños de bailes, cócteles y luna llena. Urbe ruidosa, culta y orgullosa. Por aquí deambulan el fantasma cantor de Benny Moré, el alma rebelde del Che Guevara, las musas irreverentes de Hemingway y Wilfredo Lam.

La Habana es todo lo que andabas buscando: el hotel cinco estrellas, el motelito hogareño y la casa de todos, que es tu casa.

Trinidad de Cuba

Refugio de amor entre el Caribe y las célebres montañas del Escambray. Patrimonio de la Humanidad, calles empedradas, iglesias de ensueño, aguardiente con miel de caña, y atrevidas vendutas callejeras. Ciudad de mil museos donde padres, hijos y espíritus santos conviven con las puertas y las ventanas de antaño, invitación perenne a entrar y husmear entre muebles de estilo y cultura del saberlo todo: historias de piratas, política exterior y chismes de ocasión. Pregunta por los Iznaga y su torre milagrosa, por el Valle de los Ingenios y la visita del Papa. Playas de arenas blancas, aguas cálidas y hermosos hoteles y villas para todos los gustos. Trinidad es mucho más que un milagro. No olvides decir «amén».

Cozumel

Joya preciada donde naturaleza y confort pactaron el matrimonio perfecto, es la isla grande del Caribe Mexicano, donde cruceros, hoteles exclusivos, bungaloes y villas de atractivos precios presumen diariamente de sus baños de mar y vida. Allí mismo, impúdicos, tentadores y misteriosos, te aguardan los arrecifes coralinos de Palancar, la segunda barrera más grande del mundo, y el reto inigualable de bucear y pescar en sus aguas profundas y cristalinas, entre cavernas calizas y corales negros. Las noches en San Miguel, al occidente de la isla, con sus cafés, restaurantes, mezcla de tequilas y de los viejos boleros de siempre, te serán inolvidables. Abre tus ojos y sueña: Cozumel es un paraíso por encima y por debajo del Caribe.

Isla Mujeres.

Lleva el privilegio de enamorarte a primera vista. Combinación profusa de selva tropical, playas y acantilados, el hogar de Ixchel, la diosa maya del amor y la fertilidad, que te descubre los misterios de la gran civilización precolombina, asentada en esta parte del Caribe Mexicano. El faro, los vestigios del templo y otros sitios arqueológicos conviven al compás del mariachi, las rondas de puros tequilas y los cócteles Margarita para las damas bonitas. Delfines, tortugas y otras especies marinas, suelen acompañarte en tus baños cálidos de playa, o en los paseos subacuáticos y en kayak del parque «El Garrafón». Mézclate con las historias de piratas y con otros muchos personajes célebres. Isla Mujeres es tuya, a lo macho remacho…

Cayo Levantado

Escape perfecto, diamante en miniatura, una isla de apenas un kilómetro cuadrado a la entrada de la bahía de Samaná, en República Dominicana. Dos playas de aguas turquesas, palmeras y arena de polvo blanquísimo, postal de anuncios publicitarios; bebidas y manjares servidos en la orilla por rostros amigos y sencillos; invitación a mover el cuerpo al compás del pegajoso merengue y del encanto de las cotorras. Habitaciones confortables, restaurantes y atención de lujo. Hogar predilecto de las ballenas jorobadas, que de enero a marzo hacen más intenso este paraje inigualable. Lo grande y lo pequeño: todo junto, todo perfecto. Levántate y anda.

Salto del Limón

El embrujo de otra aventura sorprendente, ecoturismo a un punto perdido en la geografía dominicana. Te dejarás llevar a lomo de animal por la selva tropical de Samaná. Gente experta te tenderá su mano y te salvará por varias horas del estrés y del bullicio citadino. Llenarás tus ojos de verde esperanza y tu mente de completa paz. Sin darte cuenta, estarás al pie de la cascada, leyenda y realidad intensamente mezcladas, impresionante caída, cincuenta y cinco metros de líquido vital. Tus ojos no lo creerán y sólo tu cuerpo, ya relajado en las purísimas aguas del río, sabrá que tenías razón: el Caribe es mucho más que mar y sol.

Lujo Dominicano Para darse unas vacaciones todas de lujo: sol, playas, paisajes, paseos, compras y hoteles de primera calidad, nada mejor que darse un saltito a República Dominicana, combinación de la sofisticación moderna, con el carisma del viejo mundo y la inigualable pasión latina. Recientes inversiones millonarias de los mejores grupos hoteleros que operan en el área, garantizan estancias cinco estrellas para todos los gustos, lo mismo en el cosmopolitismo de las ciudades, que a orillas de playas paradisíacas. Cada detalle bien pensado para seducir al más exigente de los turistas.