Es impresionante ver como una marca tan joven, de poco más de cincuenta años, presente un palmarés tan exitoso en el mundo deportivo automotor. Porsche ha sido el máximo ganador absoluto, con dieciséis victorias, en las 24 Horas de Le Mans, una de las más prestigiosas carreras de resistencia. La prestigiosa industria alemana comenzó a producir, a partir de 2003 un nuevo modelo, el Porsche Carrera GT, que es considerado por muchos un coche insuperable, de hecho, pasó a ser el deportivo de calle más potente en la historia de la marca. Se fabricó hasta la primera mitad del 2006 con una producción final de 1 270 ejemplares, superando el plan que era de 1000, de los cuales más de 500 se han vendido en los Estados Unidos, alrededor de 150 en Alemania y unos 90 en los Emiratos Árabes.

Esta nave rodante, que desde su nacimiento ha evolucionado por años, presenta en su última edición un rendimiento espectacular. La velocidad punta alcanza los 330 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en apenas 3.9 segundos. Lo mueve un motor V10 a 68 grados con una cilindrada de 5.7 litros y cuatro válvulas por cilindro, cuarenta en total, accionadas por cuatro árboles de levas en cabeza. Alcanza una potencia de 612 CV a 8 000 rpm y un par máximo de 590 Nm a 5750 rpm. Trasmite a las ruedas traseras, a través de una caja de velocidades manual de seis combinaciones y un nuevo embrague cerámico denominado PCCC (Porsche Ceramic Composite Clutch). Es un hermoso descapotable de dos puertas y para igual número de pasajeros. Su carrocería, monocasco, se construyó de fibra de carbono. Presenta además, un importante extractor de aire en la parte trasera y canalizaciones inferiores para facilitar la circulación del aire por debajo del auto. Las suspensiones, trasera y delantera, son independientes y el sistema de frenos está equipado de discos de cerámica de 380 mm de diámetro en las cuatro ruedas con las conocidas pinzas monobloque, de Porsche, pintadas de amarillo. El peso total del Porsche Carrera GT no sobrepasa la tonelada y media, exactamente 1 455 kg, con una resultante peso/potencia de 2.4 kg por cada caballo de fuerza. Pero lo más significativo de este auto es la relación potencia/litro de cilindrada en la que alcanza 107 CV, una cifra más que competitiva a cualquier nivel.