LA Fórmula 1 en Cuba
La Habana concurrió lo mejor del automovilismo mundial de la época en el año 1957: 19 pilotos de 11 países y las tres marcas más famosas del momento. Juan Manuel Fangio, de Argentina, entonces con cuatro campeonatos en el bolsillo, los británicos Stirling Moss (subcampeón) y Peters Collins (finalizó 3ro ese año), Eugenio Castellotti (campeón de Italia), los norteamericanos Masten Gregory (campeón de EE UU), Harry Shell, Carroll Shelby y Phill Hill y Alfonso de Portago (campeón de España). De Cuba, Alfonso Gómez Mena. Los autos: Ferrari, Maserati y Jaguar.
LA CARRERA La voz inconfundible del argentino Manuel Sojit, locutor oficial del evento, gritó aquella palabra mágica: largaaarooon… Todos los autos se pusieron en movimiento cuando bajó la bandera a cuadros y el Malecón retumbó con el eco ensordecedor del rugido de los motores. Sube la adrenalina de los pilotos, mientras la emoción embarga a los 150 000 espectadores.. Salieron en punta Portago, Shelby y Moss, por ese orden. Fangio se retrasó y partió 8vo, sin embargo, no se apuró. Esperó a que se despejara el forcejeo de las primeras vueltas y luego avanzó rápidamente. En el giro 13 ya rodaba 2do, detrás de Portago. En la vuelta 18, el Maserati de Moss, se incendió. En boxes le dieron el carro de Shell (otro Maserati) y salió de nuevo. En la vuelta 30, ya Portago y Fangio habían hecho un hueco entre ellos y el resto. Los seguía Castellotti en 3ro.
PORTAGO, EL HÉROE Portago se escapa con su Ferrari y le saca buen tramo a Fangio, ante la consternación de todos. Castellotti va a boxes y no sale más. Con su Ferrari entra otra vez Lucas, en 5to, pues el suyo se averió. A la altura del giro 60, Portago sigue de líder mientras el público lo vitorea, ya casi saca una vuelta de ventaja a Fangio. En la 64, Fangio va a boxes, reabastece y se refresca. Vuelve a la pista en 2do lugar, sin problemas. En la vuelta 69, Portago no pasa. El drama se vive en boxes: la tubería de combustible que va a la bomba, se ha roto, sus mecánicos son rápidos, pero no pueden evitar los 2,40 minutos perdidos. Regresa a la pista el español en 5to lugar, pero el público lo sigue aclamando: Alfonso Cabeza de Vaca, Marqués del Portago había entrado en la Historia del Automovilismo cubano por la puerta grande. No ganará la carrera, pero su premio será inolvidable: la Copa de la Popularidad.
GANÓ FANGIO Fangio toma la punta y no cejará durante las 21 vueltas restantes. Portago desarrolla un tren de carrera espectacular, implanta y rompe su propio récord al circuito doce veces: La velocidad promedio: 166.871 Km/h. Nadie lo podrá igualar. En breve avanza al 3er lugar. El público lo contempla en vilo, en boxes los mecánicos ni respiran. Y así termina, cubierto de aplausos y de la admiración general. A las 3 horas, 11 minutos y 2 segundos de largar, el indiscutible Campeón del Mundo, Juan Manuel Fangio, cruzó la meta tranquilamente, en su Maserati de 3 litros. Su velocidad promedio: 158.296 Km/h. Y el pueblo aclamó también a Fangio, que precisamente ese año 1957, se coronó campeón por quinta y última vez.
RESULTADOS Detrás de Fangio llegaron: Carroll Shelby (Ferrari) 2do, Portago 3ro, Collins (Ferrari) 4to general y 1ro en la categoría B, Gendebien (Ferrari) 5to general y 2do en la B, Gómez Mena (Jaguar) 6to, Drogo (Ferrari) 7mo en la general y 3ro en la B, y Gregory (Ferrari) 8vo general y 4to en la B. Así terminó el I Gran Premio Cuba de Fórmula 1.