Caravana de clubes de motos eléctricas.
Caracol gigante africano.
Charla de capacitación a los miembros de clubs de motos eléctricas y otros participantes.
Saneamiento de la zona.

El club MEC coordinó una jornada de saneamiento para recolectar y destruir ejemplares del caracol gigante africano, especie exótica e invasora que ha infestado varias zonas de la capital cubana.

Para esta labor contaron con el apoyo de expertos de la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF) en La Habana, así como profesores del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV), funcionarios del Ministerio de Agricultura y representantes del Gobierno del municipio Arroyo Naranjo.

Además, participaron integrantes de otros dos clubes de motos eléctricas de La Habana: e-Racing y Alto Voltaje.

El presidente de la ACTAF, Egidio Páez Medina, calificó la labor como muy importante, pues se concentraron en un área cercana al lugar donde se cree inició la plaga y que es propicia para el desarrollo de la especie por ser una zona húmeda con abundantes desechos.

Calle tercera, entre Santa Beatriz y Lindero, reparto Víbora Park. Este fue el lugar donde se reunieron los motoristas y vecinos. Allí aprendieron cómo protegerse del caracol y qué hacer para controlar la plaga, gracias a la conferencia impartida por un especialista del INISAV, quien además respondió preguntas e inquietudes de los participantes. También se distribuyó materiales impresos con información acerca del tema.

El encuentro sirvió, asimismo, como capacitación para los miembros del club MEC y residentes del Consejo Popular Víbora Park.

En el mundo se han reportado varios casos de especies invasoras como el caracol gigante africano. En Cuba, su presencia abarca casi todas las provincias, por lo que es necesario tomar conciencia y ayudar a evitar su propagación.

Gracias al club Motos Eléctricas Cuba por esta iniciativa, a los convocados a la actividad por sumarse a tan noble causa y dejar huellas positivas que deben extenderse a lo largo de toda la Isla. Una vez más queda demostrado que cuando se reúnen las personas con los mismos principios e ideales, un mundo mejor sí es posible.