Aunque finalmente no debutó en el Salón de Frankfurt 2019, SEAT continúa a toda vela en el desarrollo del nuevo León, su icónico y popular compacto, que ya se ha dejado ver en pruebas por el circuito de Nürburgring.

Y aunque en las imágenes espía luce el camuflaje propio de los prototipos, lo cierto es que, a nivel estético, el «felino» español deja pocas dudas con un aire muy similar al del SEAT Tarraco y, en cierta medida, al Cupra Formentor, con una calandra hexagonal más pequeña, faros y pilotos traseros idénticos a los del SUV.

En los laterales, sin embargo, el modelo conserva rasgos típicos como el pliegue marcado de la carrocería sobre los pasos de ruedas, que enfatiza su característica línea de vehículo familiar.

Basado en la plataforma MQB del grupo Volkswagen, no es fortuito que el León 2020 esté preparado para adoptar un verdadero abanico de mecánicas, con una amplia selección de motores de gasolina y diesel de última generación, además de un bloque TGI adaptado para funcionar con gas natural comprimido (GNC).

La electrificación también tendrá una presencia notable, puesto que, además de versiones semihíbridas (MHEV) de 48 V, también se espera una variante híbrida enchufable (PHEV).

Parte del completo rediseño implica que, en el interior, toda la instrumentación del León 2020 sea digital y la pantalla del sistema de infoentretenimiento domine el salpicadero.

Cabe esperar, con más conocimiento de causa, su desembarco comercial, máxime cuando se ha confirmado que la cuarta generación del compacto de Martorell tendrá una versión de cuatro puertas (Sedán) con un maletero de récord y la etiqueta ECO aparejada a la microhibridación. Nada mal, ¿eh?