No en balde Skoda habla de un look más «emotivo» para el Octavia, que en cada entrega se muestra más sofisticado en todas sus líneas, pero sin renunciar a la fórmula que ampara su éxito: dimensiones compactas en el exterior con una habitabilidad de referencia.

En un vistazo inicial, desde luego, no puede ser más sugerente al plasmar la estética dinamizada que incorpora el modelo, con una línea de techo de corte coupé, el frontal más aguzado, y ruedas de mayor tamaño. Mientras, en la zaga se aprecia, asimismo, un perfil más deportivo con las señas de los últimos SUV de la marca checa.

Presentada primero como familiar Combi, este nuevo Skoda Octavia alarga ligeramente su longitud hasta los 4,70 m, según informa AMS. También evoluciona en habitabilidad y maletero, y cubica en esta cuarta generación hasta 20 L más: la capacidad homologada del familiar variará entre 610 y 1 740 L si abatimos o no los asientos traseros, mientras que el sedán ofrecerá 590 L de carga, ampliables hasta 1 580 L.

Basada en la plataforma modular MQB de Volkswagen, es de esperar que el Skoda Octavia comparta soluciones técnicas con otros modelos del grupo germano, como el VW Golf VIII o el SEAT León, cuya cuarta generación debutará también en los primeros compases de 2020.

Nada, que en resumidas cuentas pinta muy, pero que muy bien. Y no es para menos cuando se trata del coche más vendido de Skoda, con 6,5 millones de entregas en todo el mundo.