Foto de familia 9.o Encuentro de Harlistas Cubanos, Varadero 2020.
Rodada por por Varadero.

Cada segundo fin de semana de febrero, Desde hace nueve años, Varadero tiene un atractivo peculiar como destino turístico: pareciera devenir en el Café Racer cubano de harlistas nacionales y extranjeros.

Propietario o no de alguna Harley-Davidson (HD) clásica o moderna; motorista o no de cualquiera otra marca; hippie, rockero, frikie…; si estás en Varadero durante el segundo fin de semana de febrero, no podrás ignorar el sonido de hasta 5 000 rpm que se escucha seguido en la 1.a Avenida, ni la música afín que ocupa el parque de la calle 44 o la paladar Nonna Tina, ni la visualidad de las carrocerías grandes y distintivas de estos motores americanos que se agrupan en el lugar, luego de venir rodando desde varias provincias del país con familias que lucen los atuendos característicos.

Y es que desde hace nueve años, Varadero resulta la sede de los harlistas cubanos para reencontrarse y compartir con amigos extranjeros, que repiten o llegan por primera vez. Pareciera el Café Racer de la Mayor de las Antillas —como aquellos lugares de intercambio de los rockers ingleses— en el que la cultura de las HD se muestra auténtica e imperecedera.

Desde Camagüey hasta Pinar del Río, así como de Canadá, México, Estados Unidos y Puerto Rico, resultan las inscripciones en esta ocasión, algunas procedentes de miembros de Latin American Motorcycle Association (LAMA).

A Robert Henry, canadiense que asiste por segunda vez al evento, le sorprende que los cubanos lleguen rodando en sus motos desde tan lejos, pues reconoce que dada la exclusividad y el valor de las HD, «la llevaría en un trailer para cuidarla más, así hacemos en mi país».

Entre lo distintivo del intercambio de esta vez quizás esté la similitud con la historia original de los rockers ingleses, pues también hubo un pastor y una misa para bendecir las motos,  además de que socializaran entre sí la Biblia del Motociclista.

Otra novedad resultó el concurso de dibujos «La moto de mis sueños», convocado por el Comité Organizador (CO) para los niños de la secundaria básica Martin Klein Schiyer, muestra del acercamiento de los harlistas a la comunidad, con el apoyo  del gobierno municipal. El certamen articuló a colaboradores en la realización del evento, entre los que destaca también Be Live Hotels.

Para Bernardo Martínez, cubano residente en los Estados Unidos que no deja de venir cada febrero a Matanzas, esta cita de los harlistas ha ido creciendo y es una oportunidad única para el intercambio con amigos que comparten el mismo sentimiento de libertad.

Como las prácticas de los rockers de los Café Racer, también hubo carreras, pero no competitivas, sino en la tradicional caravana para clausurar el evento. Desde el Parque de la calle 44 a La Marina, ida y vuelta sobre ruedas por toda la península de Hicacos.


En el sitio web www.harlistascubanosrally.com ya queda abierta la convocatoria para el 10.o encuentro, sobre el cual el CO planifica mayor envergadura y el deseo de sumar más motos, así como a nuevos amigos de todas partes del mundo.