México es cuna de culturas ancestrales, que durante siglos se han quedado enraizadas en sus habitantes. Puerto Vallarta permaneció hasta los años 1960, casi sin variaciones desde su fundación, y eso le ha permitido conservar sus tradiciones y su fisonomía.

Son muchas las actividades culturales de las que disfrutar, festivales del cine al aire libre, conciertos y exposiciones de arte en el malecón y en las numerosas galerias, bailes típicos en los Arcos, música de mariachi, etc. Una de las últimas aportaciones es la apertura del Museo en el rió Cuale. Mención especial merece la riqueza de la cultura huichol.

Los hicholes son uno de los pocos pueblos que ha permanecido igual desde antes de la conquista; son de origen nahuatl y viven en la Sierra Madre Occidental.

Todos los diseños de sus ropas y arte, están inspirados en la naturaleza. Hoy muchos se dedican a la artesanía y venta de su joyería típica realizada de chaquira(piedrecitas de colores), cerámica, textiles, cuadros de estambre o figuras.

Turismo religioso Puerto Vallarta respira al ritmo de sus gentes y celebraciones religiosas, su latido es el del sentir de lo que ocurre cada día en sus calles. Así amaneció el Domingo de Ramos en Semana Santa, luminoso, con puestos de palmas en la puerta de la iglesia, con curiosos, visitantes y locales atraídos por el color y el sentimiento.

Hay diferentes momentos para asistir a las celebraciones religiosas en Puerto Vallarta. Las más importantes son: Semana Santa, Día de Muertos, Las Procesiones de la Virgen de Guadalupe del 1 al 12 de diciembre y La Navidad. Dos de los lugares más visitados del Estado en turismo religioso son Talpa de Allende y San Juan de los Lagos.