Bulgaria y Rumanía. Destinos emergentes.
Exelentes condiciones para el turismo brinda Bulgaria, en especial por su caluroso clima en el verano y la buena calidad de sus playas. La mayor parte de las capacidades hoteleras del país se concentran en las costas del Mar Negro, con sus hermosas playas de aguas tranquilas y verdeazuladas, suaves olas y fina arena dorada. Aquí los visitantes encuentran una amplia variedad de oportunidades para disfrutar de vacaciones familiares, innumerables actividades de recreación y deportes activos, en especial náuticos, como surfing, sky acuático y buceo, entre otros.
Sin embargo, los atractivos de Bulgaria son más que sol y playa, por lo que sus autoridades están promocionando e impulsando el turismo de montaña, balnearios, y el cinegético o de caza. El poder curativo de las aguas y los minerales se remonta en esta nación a los siglos IV y V antes de Cristo, cuando se extendió su uso, y era muy popular entre los romanos. Cuenta con más de 800 fuentes termales, muchas de las cuales se utilizan como balnearios.
Esta tradición ha sido enriquecida con la proliferación de hoteles Spas que ofrecen baños mineromedicinales, talasoterapia, aromaterapia, algoterapia, fangoterapia, masajes y tratamientos de belleza y corporales con miel, vino y chocolate, entre otras modalidades. También las montañas de Bulgaria ganan cada vez más posicionamiento como un atractivo destino tanto en invierno como en verano. De ahí el continuo auge de los resorts de montañas, los chalets o campings, que ofrecen a los vacacionistas una amplia selección de actividades, como excursiones, senderismo, deportes de i vierno y visitas a lugares de interés histórico o natural.