Se puede cenar casi a cualquier hora, ya que el horario está adaptado a la variedad de origen de los visitantes y locales.

Un paseo por el malecón para digerir las deliciosas especialidades de la tierra es algo obligado. Podremos disfrutar de la increíble luna, estrellas brillantes, fuegos artificiales, o sentarnos a contemplar el mar por un momento; esto nos dejará listos para la siguiente fase de la noche.

Hay muchos lugares donde se puede tomar un cóctel escuchando música en vivo, jazz, salsa, reggae, música tranquila para conversar con amigos y dejarse llevar hasta la medianoche, pues entre las 11 y la 1 cierra la mayoría de estos establecimientos.

Hay restaurantes a la orilla del mar que nos dan la posibilidad de cenar y tomar una copa después con música tranquila o quizás más bailable.

También la isla del río Cuale ofrece opciones muy especiales para poder cenar al ritmo de una deliciosa música de jazz El ambiente no ha hecho más que asomarse. La música está por todas partes y nos llama para bailar y disfrutar.

Podemos elegir entre la Bodeguita, si queremos buena música cubana en vivo, o los bares del malecón, con sonidos de última moda; hay discotecas, karaokes, lugares de música banda o donde se escucha el sonido mexicano mas auténtico; también existen lugarcitos más pequeños; en fin, cualquier sitio es bueno si sentimos el ritmo dentro.

Otras opciones son los cafés de Olas Altas si queremos algo más tranquilo y con encanto. Para los más decididos y noctámbulos están los after tour para amanecer sin dormir. Y si nos acosa de nuevo el hambre en este sin parar, hay puestecitos de comida por todas partes para que repongamos fuerzas. Puerto Vallarta es un lugar seguro, en el que salir, caminar, hacer amigos, solo debemos repartir nuestras fuerzas para llegar al último día…