Panamá permite remontar en sus ríos las rutas de navegación interna que los españoles fueron abriendo para conquistar cada pedazo del istmo.

Es que Panamá desde siempre fue un punto estratégico para el descubrimiento, la conquista de América y un punto clave en el desarrollo de la colonia española.

Por ser la parte más estrecha del continente, fue el escenario de un hecho histórico que cambiaría la geografía del mundo: el descubrimiento del Mar del Sur. Vasco Nuñez de Balboa, explorador español por el Darién en 1519 confirma lo que Colón nunca supo, que América era un continente, un nuevo mundo. Eso determina el destino estratégico de Panamá de puente, puerto y puerta para el comercio desde aquellos lejanos días hasta el de hoy.

Los turistas en el siglo XXI saben que llegan a un país con un aeropuerto que es el Hub de las Américas, y donde se construyó un canal que es hoy más importante que nunca para el comercio mundial. Pero los piratas también lo supieron y comprendieron que si querían hacerle daño a la poderosa España tenían que atacar a Panamá y lo hicieron, arruinando el comercio que atravesaba el istmo por el Camino de Cruces y navegando el Río Chagres.

El célebre Francis Drake, distinguido por la Reina Isabel de Inglaterra, atacó varias veces la población de Nombre de Dios. Panamá fue uno de los puntos que visitó en su vuelta al mundo realizada entre 1577–1580. Drake regresó y murió frente a las costas de Portobelo y su cadáver arrojado al mar en un ataúd de plomo; hoy un tesoro codiciado que buscan los arqueólogos marinos, sobre todos los ingleses.

Las fortalezas de Portobelo, en las que se usó toda la tecnología bélica del momento y que fueron escenarios de enfrentamientos de soldados hispanos y corsarios, reciben actualmente a miles de turistas de cruceros que llegan atraídos por la historia, el verdor de los bosques y la vegetación que sólo se detiene ante la franja de arenas blancas de sus playas. En Portobelo podrá visitar la antigua Aduana, un edificio de arquitectura renacentista, completamente restaurada por el gobierno español que quiso rescatar la historia comercial de la Metrópoli. Además, tendrá el privilegio de recorrer las fortalezas de San Jerónimo y Santiago de La Gloria. Desde el muelle podrá embarcar cómodamente y visitar otros fortines. El sitio por su valor histórico y arquitectónico es reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

En la región se encuentran cabañas y numerosos lugares para comer y degustar alguna bebida. Sobresale la Isla Grande, con su oferta turística de pequeños hoteles, entre los que se destacan La Cholita, Villa Ensueño y Bananas, este último un paraje de estrellas turísticas. Le recomendamos los restaurantes La Torre, Los Cañones y Coco Plum y las fondas típicas de Portobelo.

La gastronomía local mezcla productos del mar, con aderezos como la leche del coco, que crecen en palmeras que se encuentran por todos lados. Su experiencia se verá adornada con la cultura Congo, de los descendientes de los negros esclavos que muchas veces se aliaron con los piratas. En 1671, el más feroz de ellos, Henry Morgan organiza una gran expedición, ataca y toma a Portobelo, domina San Lorenzo, una fantástica fortaleza en la desembocadura del Río Chagres, y cruza el istmo hasta el otro vértice del Triángulo de Hierro español, la ciudad de Panamá.

La historia señala la toma y saqueo de Panamá como la máxima hazaña pirata en Centroamérica y la destrucción de la ruta por el istmo. El turista puede visitar las ruinas de esta antigua ciudad, su Centro de visitantes y conocer muchas cosas sobre el sitio y sus asaltantes. Es más, puede cruzar el istmo desde Panamá a Portobelo y revivir la travesía de Morgan y sus malvadas huestes, pero ahora lo hará fácilmente en algo más de una hora como parte de un fantástico paseo turístico.

La historia señala la toma y saqueo de Panamá como la máxima hazaña pirata en Centroamérica. Edificios, restos de fortines, caminos en desuso y artillería de la época recuerdan al visitante la azarosa época en que las ciudades eran asediadas para robar sus fortunas